Los colores uniformes aplicados a la talla de san Jorge del siglo XVI, de la iglesia de San Miguel de Estella (Navarra), han despertado indignación e hilaridad y ya se compara este trabajo con el "Ecce Homo" de Borja (Zaragoza) por la escasa calidad del resultado.

El arzobispado de Pamplona ha asegurado que el párroco de la iglesia no pretendía restaurar la escultura de San Jorge, sino "adecentar un espacio que estaba sucio", contexto en el que encargó los trabajos de pintura que han originado el desperfecto en esta talla.

Según han señalado fuentes del arzobispado de Pamplona, en ningún momento se pretendió hacer una restauración de esta escultura que muestra la típica imagen de San Jorge con armadura, montado a caballo y luchando contra un dragón, tarea para la cual se necesita el permiso del arzobispado.

"Lo que se pretendía era adecentar un espacio que estaba sucio y, en ese contexto, se pintó la imagen del san Jorge", han relatado dichas fuentes, que han explicado que el lugar en el que está situada la escultura se encontraba lleno de grafitis.

El arzobispado tuvo conocimiento de los hechos la semana pasada y ya se ha puesto en contacto con la Institución Príncipe de Viana, organismo cultural de la Comunidad Foral de Navarra encargada de restaurar, mantener y custodiar el patrimonio artístico.

Por su parte, la Asociación de Conservadores Restauradores de España (ACRE) interpondrá una denuncia judicial contra los responsables de la "desgraciada intervención" en esta talla de madera policromada, que ha resultado ser "un destrozo sobre el patrimonio cultural navarro".

El presidente de ACRE, Fernando Carrera, ha dicho sobre la escultura del San Jorge de la iglesia de San Miguel de Estella, "una obra de gran interés y relevancia patrimonial", que el párroco encargó la restauración a la encargada de un taller de arte y manualidades de la localidad.

Es "un hecho muy serio" porque este tipo de obras de arte son "una herencia, un patrimonio que nos pertenece a todos y a todos nos compete su protección. Su destrucción, en este caso, a todos nos debería horrorizar", ha lamentado Carrera, quien considera lo ocurrido "un robo a la ciudadanía".

El aviso llegó a ACRE desde una profesional de la restauración con taller en Pamplona, quien a su vez vio el resultado de los trabajos en las redes sociales, donde los propios responsables del taller de Estella que llevaba a cabo la intervención habían publicado imágenes del proceso.

Además, el Gobierno de Navarra investiga la autoría y circunstancias en las que se ha llevado a cabo la restauración de la talla, según ha señalado el director del Servicio de Patrimonio del Gobierno foral, Carlos Martínez Álava, quien ha asegurado que no tenían conocimiento previo de las actuaciones que se iban a hacer, que es lo preceptivo.

"Todas estas actuaciones son sobre bienes que están en el Registro Cultural y de Patrimonio de Navarra. Por tanto, tienen que tener un proyecto, y nosotros debemos dar el visto bueno" antes de acometerlas, señala para negar que haya sido el caso.

Ha explicado que la talla es de madera policromada, tardogótica y cuyo aspecto "podría indicar que le podía hacer falta una limpieza, pero da la impresión de que esta actuación ha sido un tanto excesiva".

En cualquier caso, y pese a los daños sufridos, el experto considera que la talla "puede ser recuperable, pero el proceso será costoso y más largo de lo que hubiera sido una actuación profesional" de inicio, aunque todavía está en estudio el alcance del daño sufrido por la talla.

Sin querer calificar el resultado, ha reconocido que "visualmente la imagen no es la apropiada, no conecta con la imagen que tenía el bien antes. En este caso puede ocurrir que aparentemente el bien tenga un aspecto más actual, más bello, pero que haya perdido buena parte de su contenido histórico y eso es dañar el bien", ha zanjado.