El teatro de máscaras de "Solitudes", los actores Nacho Sánchez y Pilar Gómez -por dos personajes reales- y el triplete cosechado en danza por el tinerfeño Daniel Abreu acapararon ayer en Sevilla los XXI Premios Max de las Artes Escénicas en el estreno del ministro de Cultura y Deportes, José Guirao. El gran triunfador de la noche, marcada por la reivindicación de la libertad de expresión, fue el bailarín y coreógrafo Daniel Abreu (Santa Cruz de Tenerife, 1976), mejor espectáculo de danza, con "La desnudez", e intérprete masculino de danza y coreografía con "La delicadeza". En su intervención, hizo referencia al Teatro Victoria y al Auditorio de Tenerife, algunos de los puntos neurálgicos de su actividad profesional en su ciudad natal. Especialmente emotivas fueron las palabras con las que dedicó un cariñoso recuerdo a su madre, quien siempre quiso que desarrollara su vocación artística, según recordó Daniel Abreu en la gala de los Max.

Emocionada recibió la onubense Pilar Gómez su Max a la mejor actriz protagonista por dar vida a Emilia Pardo Bazán -también a Paco León y Mari Paz Sayago se les notó la alegría al entregárselo-, que dedicó a sus compañeros de la escuela de teatro de Sevilla. Curiosamente, los dos protagonistas galardonados fueron reconocidos por papeles basados en personajes reales, la escritora gallega, en el caso de Pilar Gómez, y un niño ruso que tras la caída de la URSS vivió con una manada de perros, en el caso de Nacho Sánchez -mejor actor protagonista- en "Iván y los perros".

Un montaje de máscaras sin texto, "Solitudes", de la compañía vasca Kulunka Teatro, se alzó con el Max al mejor espectáculo de teatro (también el compositor ubetense Luis Miguel Cobo fue premiado por la música para este montaje). El premio Intérprete Femenina de Danza fue para Eva la Yerbabuena por "Apariencias", cuya gira le impidió recogerlo y lo hizo su hija con un discurso leído en su nombre en el que la bailaora echaba en falta más compañeros flamencos en las nominaciones.