El bailaor español Manuel Liñán se enfundará por primera vez en Buenos Aires su característica bata de cola, para estrenar su nueva obra "Baile de autor", con la que derriba las barreras del género y muestra que la tradición y la vanguardia pueden bailan en el mismo tablao flamenco.

"No por ponerte una bata de cola eres homosexual", enfatizó en una entrevista el artista, quien añadió que "al fin y al cabo estamos hablando de arte, estamos hablando de danza. En mi caso no estamos hablando de género, ni de sexo. Estamos hablando de movimiento, de expresión y de que cada persona puede ser libre para poder expresarse y vestirse".

Liñán (Granada, 1980) vuelve a la capital argentina como uno de los ejes principales del Encuentro de Flamenco Independiente de Buenos Aires (EFIBA), con la misma emoción con la que abrió este festival hace 5 años y cumpliendo con la que es su tercera participación.

"Es muy emocionante y a la vez tiene algo de nostálgico y de triste, porque es verdad que ellos por estar tan lejos todo lo que se les acerca por Internet lo viven a un nivel que nosotros no somos conscientes", resaltó el granadino.

Además de los shows que tiene programados en la capital y en la ciudad argentina de Córdoba (centro), trabajará junto con la compañía Prisma, una de las encargadas de la organización del EFIBA, con la que compartirá sus métodos y conocimientos.

Endiosado por los entendidos del flamenco del país, admite que en cada uno de los espectáculos que protagonice en Argentina tendrán la "misma calidad" que en España, un respeto al cuidado de los detalles para la presentación de su nueva obra, en la que cuenta, también en este lado del charco, con el cante y guitarra de sus compatriotas andaluces David Carpio y Manuel Valencia.

"Baile de autor cuenta el momento de antes de dormir, todo lo que se te pasa por la cabeza hasta que te duermes, y luego de nuevo, el despertar", explicó Liñán, que el próximo lunes se enfundará su bata de cola ante el público del teatro porteño Metropolitan.

"He bailado para gente mayor y joven, las primeras veces hasta yo me sorprendía porque artistas muy ortodoxos me decían ''te he visto bailar a ti y no me he dado cuenta de si llevabas una bata de cola o no'', es algo que forma parte de la naturalidad y así lo recibe el público", apuntó el Premio Nacional de Danza 2017 en España.

Del público argentino destacó su amor por la danza flamenca y española, así como su "inconformismo" y su facilidad para trasladar sus gustos mediante el "boca a boca".

El flamenco, "como todas las artes", no es lo que se conocía hasta ahora, sino que crece rápidamente en España, elaborando nuevos perfiles contemporáneos, indicó.

"Es importante que eso lo vean aquí, que no perdamos ese vínculo y que nuestras relaciones no queden ancladas en el pasado", añadió el coreógrafo.

En sus espaldas coloca el peso de traer la vanguardia flamenca a Argentina, con una actuación en la que se enfunda una bata de cola y "juega con la dualidad entre hombres y mujeres".

"Personalmente, me aporta un movimiento diferente, pero yo me siento femenino también bailando sin bata de cola. A mí no me hace falta ponerme una para sentir esa parte de mí, pero es cierto que me ayuda a recrear el movimiento y descubrir un mundo nuevo", subrayó.

En España, contó, se sorprendieron al verle por primera vez con una falda tradicional gitana, pero ahora el público espera ansioso que llegue el cambio de vestuario del artista andaluz.

"No es una cosa impuesta que quiera hacer para llamar la atención, ni para destacar, es algo que yo he hecho desde que era pequeño. Desgraciadamente, por discriminación, no me he expresado siempre como yo he querido desde que tenía 7 años", se sinceró.

Tras sus últimas actuaciones hay gente que se acerca a Liñán para agradecerle un valor que ellos mismos desean tener, o en algunos casos, haber tenido antes.

"Hay madres que me han dicho que sus hijos quieren una bata de cola para bailar. Veo vídeos en Youtube de niños con 8 años bailando con bata de cola. ¿Cuál es el miedo?", concluyó el bailaor.