Los Secretos cumplen 40 años y quieren celebrarlo por todo lo alto compartiendo sus canciones con su numerosa base de seguidores, que abarca varias generaciones. Así, para celebrar el triunfo de esta larga vida, la banda ofrecerá nueve conciertos especiales de aniversario, destacando la del viernes 6 de julio en el WiZink Center de Madrid.

"En Madrid vamos a tener un montaje especial con un escenario circular, vídeo en el suelo y en las paredes. Va a ser muy entretenido para el público. En el WiZink puedes pasar a hacer caja o que te cueste más dinero para que la gente lo disfrute muchísimo, y hemos optado por la segunda", explica a Europa Press el vocalista y guitarrista Álvaro Urquijo, quien añade: "Que sea un escenario circular me asusta un poco porque nunca lo hemos hecho así y tenemos que ensayarlo muy bien".

Además, en la cita madrileña contarán con cuatro artistas invitados, de los que por ahora solo se conoce la identidad de Jackson Browne, todo un referente para la banda. "Montar todo esto es una excusa para poder tocar con Jackson Browne", bromea el teclista Jesús Redondo mientras asienten Álvaro y el también guitarrista Ramón Arroyo.

Y aún añade Álvaro al respecto: "Me da mucha pena que mi hermano Enrique, que grabó con él, no vea que podemos tocar con él. Es una licencia más para nosotros que para el público... Me sé tantas canciones de Jackson Browne que podría colarme en su banda sin que se diera cuenta en pleno concierto".

Aunque el concierto de Madrid (6 de julio) sea el epicentro de la celebración, Los Secretos visitarán otras ciudades con la gira Una vida a tu lado: Murcia (23 de junio, Plaza de Toros), Bilbao (29 de junio, Palacio Euskalduna), A Coruña (30 de junio, Palacio de la Ópera), Granada (13 de julio, Plaza de Toros), Valencia (14 de julio, Jardines de Viveros), Zaragoza (5 de octubre, Sala Multiusos), Barcelona (6 de octubre, Auditori Forum) y San Sebastián (1 de noviembre, Kursaal).

"Hemos querido que Madrid sea especial por contar con invitados, ocho pantallas de vídeo y un despliegue que no va a estar en las demás fechas", resume Álvaro Urquijo, quien apunta que quieren hacer "un show lo más correcto y espectacular posible". "Esperamos que igual que el 30 aniversario en Las Ventas, este sea un concierto inolvidable que marque también un antes y un después en nuestra carrera", apunta, antes de que Ramón zanje con un golpe de realidad: "Estaría genial hacerlo así en más ciudades pero tendríamos que pedir un préstamo y arruinarnos para el resto de nuestras vidas".

"SOMOS UNOS PRIVILEGIADOS"

Echando la vista atrás a estos cuarenta años, los tres coinciden en que son unos "privilegiados y una excepción". "Una carrera como la nuestra es de agradecer por el respeto a nuestro esfuerzo y la valoración que se tiene de nosotros por parte de compañeros, de medios y de público, más en este mundo de consumo rápido que no deja hueco para bandas de largo desarrollo", destaca Urquijo.

Y en esta línea, aún añade: "Si no puedes desarrollarte como banda desde tus comienzos y tienes que hacer carreras en solitario o dar clases de guitarra, cómo vas a fomentar una cultura rock generalista. Nosotros no hemos tenido la genialidad de crear un estilo nuevo que se pusiera de moda. No hemos inventado nada, pero hemos hecho canciones bonitas que la gente ha hecho grandes en sus vidas. Como hemos calado en la vida de la gente, hacia ellos va el cien por cien del homenaje".

Tras esa reflexión sobre las bandas de largo recorrido, admite también Álvaro Urquijo que jamás hubiera imaginado llegar a cumplir 40 años con Los Secretos, al tiempo que recuerda que ya en 1981 le preguntaron si se veía tocando dentro de diez años y respondió que no. "Ya entonces yo pensaba que la competencia nos iba a echar a la cuneta, pero no ha sido así", afirma.

Por eso, aunque ligeramente dubitativo, termina Álvaro admitiendo que Los Secretos son una banda clásica: "Yo creo que sí, somos clásicos, hay que reconocer las cosas. Mis clásicos son Bob Dylan, Fleetwood Mac, Bruce Springsteen... Lo que escuchaba cuando tenía 15 años. ¿Por qué no podemos ser Los Secretos clásicos? A mucha honra. Ser un clásico es bueno. ¿O es malo? Porque hoy día tienes esa duda, con este consumo de usar y tirar para un público joven, ya no sabes si lo clásico es bueno".

Tercia de nuevo Ramón en este punto para señalar que aparte de clásicos, "después de tantos años" son "también un poco insumergibles". Y desarrolla esta idea: "Porque ya han pasado tantas cosas... Todo lo que podía pasar, aunque siempre puede haber sorpresas. Pero nos han pasado tantas cosas que parece difícil que puedas desaparecer sin más, como les pasa a otros muchos grupos".

MÚSICOS VOCACIONALES

Aunque estén en plena celebración con esta gira, a la que precedió también un documental, la idea del retiro podría estar en sus mentes, pero no es el caso. Más que nada porque, como remarca Ramón, "los músicos no se jubilan" porque no tienen "ahorros" y porque "aman" lo que hacen. "En la música, que te remuneren es un añadido. Empiezas a tocar por pasión, no porque quieras ganar dinero", subraya Urquijo.

Con la pasión como guía, reflexiona Ramón sobre los motivos de la longevidad del grupo, algo que, a su juicio, se debe a que siempre han hecho la música que sienten y no "la que está de moda". "Es que luego de repente la música que haces se puede poner de moda o no, pero tienes que conservar lo que te gusta. En las artes en general es así. Puedes engañar a los demás pero no a tí mismo", indica.

Sobre esto mismo, añade Álvaro que su largo recorrido se debe también a un "pundonor profesional de querer hacerlo bien ante cualquier público que te vea, ya sea en unas fiestas patronales sustituyendo a otro artista o en tu concierto propio". "Tienes que convencer. El que te da la longevidad es el público. La recompensa a hacer las cosas con honestidad es la longevidad", sentencia.

FUERA DE LUGAR

Tras reconocer que se sintieron constantemente "fuera de lugar" desde su nacimiento y durante todos los años de ''La Movida'', apunta Álvaro que desde 1998 hasta la muerte de su hermano Enrique en 1990 "fue una época espectacular" para la banda.

"Mi hermano tenía sus problemas pero tocábamos, hicimos buenos discos y tuvimos nuestro hueco en una época en la que había muchísimo nivel con muy buenas bandas. Tuvimos cierta visibilidad por lo menos, algo que no pasaba antes", asegura Álvaro.

Siguiendo con esta línea temporal, añade el vocalista y guitarrista que desde su treinta aniversario hasta ahora han vivido otra época buena en la que han podido ir eligiendo qué hacer con libertad, "que si un disco sinfónico, que si otro de versiones", sin grandes presiones, lo cual para ellos es todo un "lujo".

"Eso en los noventa no se podía hacer, porque estaba el de la compañía pidiéndote un single para sonar en tal o cual emisora. Esa presión que teníamos en aquella época de rendimientos han desaparecido ahora gracias a Dios. Es una parte buena de cómo está el mercado discográfico ahora. Es un gusto hacer un disco sin pensar en las putas listas de ventas. Antes no nos hubieran dejado, te exigían cierta continuidad en un estilo o una fórmula de éxito", concluye.