A María Dolores Pradera, fallecida en Madrid a los 93 años, no se le movía un pelo de su característico peinado cuando derramaba lisura cantando con su fina estampa: solo sus manos iban tejiendo las delicadas, y a veces desgarradas, canciones que la hicieron famosa durante más de 60 años de carrera. Su peculiar forma de decir las letras, con exagerada extensión de la boca para pronunciar cada una de las palabras; su cadencia "milonguera"; su elegancia en escena, vestida con túnicas, mantones o ponchos, y su empeño en mimar al público, traspasó generación tras generación rodeada de un aura que se transformó en una manta de devoción y amor en forma de sus dos últimos discos, grabados en 2012 y 2013.

"Gracias a vosotros" I y II reunió a Pablo Alborán, Miguel Poveda, Joaquín Sabina, Estrella Morente, Joan Manuel Serrat, Raphael, Enrique Bunbury, Rosana, José Mercé... todos conjurados en su admiración a "la dama" de la canción en español, que despertaba tantas pasiones en su país como en Iberoamérica, donde llegó a ser anunciada, dependiendo de dónde estuviera, como mexicana, argentina o peruana.

En 2013, la madrileña aseguraba que esos discos habían sido "el mejor premio" de su vida, especialmente porque había superado una neumonía y un posterior "choque metabólico" que la había puesto en serio peligro meses antes. Aquel trabajo la hizo tan feliz, le dio tanta energía que estaba pensando en retomar la gira antológica que había empezado en 2010 por toda España, "Toda una vida", aunque nunca llegó a hacerlo porque siempre le faltaba "un poquito" de salud para hacerlo.

Trajo y llevó el folclore de España a Iberoamérica y ayudó a popularizar en ambos lados muchos temas que ya por siempre estarán ligados a ella.