La política ha entrado "directamente" en Teatros del Canal y lo ha "secuestrado" a través del consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, del que depende, según Albert Boadella, que fue su director durante 8 años, y que hoy ha dicho públicamente lo que piensa de la deriva de un centro "que es de todos".

El dramaturgo, fundador de Els Joglars y "presidente en el exilio" de la plataforma anti independentista Tabarnia, ha protagonizado esta mañana en la sede de EFE un Foro Líderes al que han asistido, entre otros invitados, el diputado de Ciudadanos Toni Cantó, y el presidente de Sociedad Civil Catalana, Pepe Rosiñol.

En el turno de preguntas, Boadella ha explicado, "por primera vez públicamente", su opinión sobre un teatro que dirigió desde su inauguración hasta hace dos años.

"Decidí aceptar el ofrecimiento de Esperanza Aguirre y dirigir Teatros del Canal. Pasé 8 años formidables en esta ciudad, la de la libertad, la comunicación, los desarraigados... Un trabajo del que estoy muy satisfecho. Luego esto se ha deshecho porque hay un consejero que lo ha deshecho todo y el hundimiento de la audiencia ha sido total. La política y el arte conviven con mucha dificultad", había señalado en su intervención previa.

Al preguntarle por su comentario, Boadella (Barcelona, 1943) ha revelado que escribió a la entonces presidenta madrileña Cristina Cifuentes -"antes de todo ese jolgorio"- una carta "protestando" por lo que estaba ocurriendo y ella le contestó que "no tenía que preocuparse", que él siempre tendría trabajo allí.

"Lo clásico: que si le dices algo a un político sobre algo que no funciona es porque a ti te interesa para trabajar tú. Le dije que no quería trabajo y que le escribía porque eso no funcionaba. Antes lo había dicho con discreción, pero ya he decidido decirlo públicamente", ha precisado.

El artista ha subrayado que la política "entró directamente en los Teatros del Canal a través del cambio de un consejero que cree que tiene que intervenir directamente sobre como tiene que ser el teatro y la cultura", en referencia a Jaime de los Santos.

"Contrataron con prisas para sustituirme -a pesar de que él anunció a Cifuentes con un año de antelación que al siguiente se marcharía- a Álex Rigola, que venía de la Bienal de Venecia, una cosa que tampoco es tan importante aunque tenga glamour".

Rigola dijo entonces, según Boadella, "''este teatro es demasiado grande para mí solo; me quedo con la Sala Verde y tenemos que buscar a alguien para el resto'' y buscaron a una directora que antes se ocupaba del Salón de Actos del Reina Sofía -Natalia Álvarez Simó- para la Sala Roja y la Sala Negra se programaría desde la consejería".

"Pasó lo del 1 de octubre en Cataluña y Rigola pensó que no podía estar con un gobierno ''que aporrea a los buenos ciudadanos'' y dimite de su puesto. Se quedó la otra directora y desde la consejería programando y llevando su idea de lo que tiene que ser el teatro. Además, aparece un gran letrero en el que pone Centro de Artes Escénicas Contemporáneas, un subrayado absurdo".

Las representaciones y el publico "se han reducido" y "solo van" los que tienen interés en "especiales exquisiteces" como que "un señor le meta a otro el puño en el ano" -"Mount Olympus", de Jean Fabre-.

"Teatros del Canal está pagado por todos los contribuyentes. No se puede secuestrar un teatro que tiene a la venta más de 800 entradas cada semana. Ha perdido toda la fuerza, la variedad y todo el interés teatral de la diversidad", ha añadido.

Boadella ha añadido que su propósito "de titiritero" es seguir haciendo lo que ha hecho siempre pero que está "en la cuenta atrás" de su vida artística y que lo que ahora más le interesa es "hacer cosas musicales".