La colección privada de libros del pintor español Joan Miró estará expuesta por primera vez en Portugal, concretamente en Oporto, a partir de mañana, sábado.

La exposición, que estará abierta al público en la Librería Lello hasta el 30 de junio, muestra la "profunda" relación de Miró con el panorama literario de su época, en especial con la poesía.

"Los poemas fueron una de las mayores fuentes de inspiración para sus pinturas", explicó hoy una de las comisarias del evento, Maria Bochicchio.

De esta relación surgieron trece libros que combinan ilustraciones realizadas por el propio Miró con textos de algunos de los poetas más prominentes del siglo pasado, como Pablo Neruda, André Frénaud, André Pieyre de Mandiargues, José-Miguel Ullán, Lise Deharme, Michel Leiris, João Cabral de Melo Neto o René Char.

Según la comisaria, la exhibición sirve para enseñar un diálogo "intertextual e interartístico" en la carrera del pintor catalán, además de enfatizar el valor de los libros como "objetos de arte".

El estreno de la exposición servirá también de plataforma para presentar al día siguiente, también en la librería, el libro "Miró & Music", escrito por Joan Punyet Miró, nieto y administrador del legado del artista a través de la marca Successió Miró y comisario de la muestra.

Con la colaboración del escritor luso Valter Hugo Mãe, Punyet Miró discutirá la obra, en la que analiza la relación de su abuelo con la música en un viaje que pasa por Barcelona, París -donde se relacionó con algunos de los compositores más importantes del momento- y Palma, donde reunió una ecléctica colección de discos.

Bochicchio aseguró que las relaciones de la librería portuense con los representantes y entidades del legado de Miró son "excelentes", lo que llevará a "nuevas iniciativas" sobre la carrera del artista en un futuro.

El trabajo de Joan Miró ha tenido en los últimos años una gran proyección en Portugal, donde el Estado es propietario de 85 de sus cuadros, que están expuestos hasta el próximo 22 de julio en la ciudad italiana de Padua.

Esas piezas integran la muestra que se organizó el año pasado en la Casa Serralves y que fue visitada por 240.000 personas.

La colección también se exhibió desde septiembre a febrero en el Palacio de Ajuda de Lisboa y atrajo a 49.265 visitantes.