Las bibliotecas son lugares para leer, aprender y conocer historias. En ellas hay cientos de libros esperando a ser leídos. Pero ¿y si fueran personas las que están esperando a que sus historias sean escuchadas?

Así sucede en las bibliotecas humanas, donde el concepto principal se mantiene: elegir y sentarse a leer un relato o una historia. Aunque, en este caso, no se trata de leer, sino de escuchar. Las personas, que en ese momento llevan el identificativo de “libro humano”, cuentan su historia de vida a los lectores, que en este caso son oyentes.

La Biblioteca Municipal de La Laguna, que depende de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, organizó esta iniciativa en uno de sus espacios esta semana. La Sala Polivalente albergó la primera biblioteca humana en Canarias, en la que participaron cinco "libros humanos" y más de una veintena de oyentes bajo el lema ‘no juzgues a un libro por su portada’.

Cada oyente se sienta, ya sea solo o acompañado, con un "libro humano", que relata su historia durante treinta minutos. Cuando el tiempo se acaba, pasa a otro y así sucesivamente.

Aunque se intenta mantener el procedimiento de coger un libro y sentarse a leerlo, las bibliotecas humanas tienen algo diferente: los libros se pueden expresar y los oyentes pueden preguntar y comentar cualquier cosa, ya que de eso se trata.

El objetivo fundamental de estas sesiones es disminuir la discriminación entre las personas celebrando las diferencias que pueda haber y promoviendo el diálogo, la tolerancia, el aprendizaje y la comprensión con personas que tienen diferentes estilos de vida, o cultura, o, simplemente, algo que contar.

Elena Cotarelo, directora de la biblioteca, asegura que el proyecto se genera para eliminar estereotipos y estigmas intentando mejorar la convivencia dentro de una comunidad dotándola de un espacio donde las personas puedan conocer y romper prejuicios.

“La idea es hacer dos bibliotecas humanas al año. Probablemente en septiembre hagamos una más diversa; ya hemos empezado a trabajar en ella”, indica Cotarelo, quien además adelanta que en la isla de Gran Canaria también se está trabajando para celebrar una próximamente.

Las personas que participan como libros humanos forman parte de algún colectivo que suele ser sometido a cierta discriminación social. En esta “prueba piloto”, que lleva en preparación más de medio año, participaron los colectivos Tenerife Antirrumores, una estrategia diseñada para luchar contra el racismo, y Transboys, asociación de hombres transexuales.

En las sesiones realizadas en otros países los teman han sido diversos. Desde personas con sida o personas sin hogar a soldados retirados con trastorno de estrés postraumático o con modificaciones corporales extremas se han ofrecido voluntariamente a contar sus historias e intentar luchar contra los prejuicios.

Yelko, Aday, Clara, Boubacar y Yuli formaron parte del catálogo de libros humanos sobre temas como la transexualidad y la inmigración. Cada uno de ellos contaba con una portada y contraportada de su propio libro, en el que ponían un título, una foto y una reseña de su historia.

Yelko tituló su historia “Se puede” e insistió a sus oyentes en que, de todo lo que les había dicho, recordaran “ser felices siempre”. “No quería irme de este mundo sin recuperar la identidad que al nacer, por lo que sea, me arrebataron. Crecí y me educaron para llevar una vida contraria a mis sentidos, a mis gustos, a mis pensamientos, y eso para un niño es muy duro”, se leía en su contraportada.

“Una lucha constante con la sociedad, que no entiende cómo te puedes llegar a sentir cuando te levantas y ves que tu cuerpo no concuerda con lo que eres”, relató Aday sobre su historia, que tituló “Cuerpo y alma”.

Esta iniciativa surgió en el año 2000 como “Menneskebiblioteket”, un proyecto de Ronni Abergel en Copenhague, Dinamarca. El evento original estuvo abierto ocho horas al día durante cuatro días enteros y se ofrecieron más de cincuenta títulos diferentes, tal y como se especifica en la página oficial. “La amplia selección de libros humanos dio a los lectores una gran oportunidad para luchar con sus estereotipos y así lo hicieron”.

El proyecto ''Human Library'' se ha extendido por más de ochenta países de todo el mundo y en España ya se ha realizado en Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia y, ahora, Canarias, donde “tuvo una gran acogida”, tal y como comenta Cotarelo. “Es un momento muy especial en el que se puede dialogar con personas que pensamos que son diferentes a nosotros, pero cuando las tenemos enfrente vemos que no, que no tenemos una etiqueta”, señaló.