El Museo de Israel expone durante tres meses, hasta el próximo 15 de junio, uno de los manuscritos del Mar Muerto nunca antes expuesto al público, que data del siglo I, y que cuenta el pasaje del Génesis en el que se relata el fin del Diluvio Universal, con algunas modificaciones con respecto al texto bíblico. El Museo recibe entre 1.500 y 2.000 visitas al día y en las últimas jornadas ha acudido una enorme cantidad de visitantes, según informan.

Hasta el pasado 15 de marzo, el documento, escrito en arameo, se conservaba en un depósito donde también se encuentran custodiados y descansando el resto de rollos hallados en 1947 por unos beduinos, en las cuevas de Qumrán, un valle del desierto de Judea en las costas occidentales del mar Muerto, en Cisjordania.

"Hemos tratado de encontrar una fórmula que garantice el derecho natural de poder ver una de las joyas literarias de la humanidad y por otro lado, el derecho de las próximas generaciones de poder ver este manuscrito, porque en última instancia, son artefactos orgánicos que tienden a desintegrarse", ha explicado a Europa Press el conservador de los Rollos del Mar Muerto y director del Santuario del Libro, Adolfo Roitman.

El comisario de la exposición ha precisado que la columna 10 de este rollo del Mar Muerto que ahora se expone está "bastante dañada" pues, a diferencia de la tinta que suelen encontrar en los manuscritos, una mezcla de carbón, aceite, agua y resinas vegetales, esta tiene un componente muy fuerte de cobre, que al entrar en contacto con la luz sufre una degradación que termita descomponiendo el cuero.

Roitman también precisa que este documento probablemente sea la copia de un original de finales del siglo II antes de la Era Común, algo que sospechan por la ausencia de errores en la escritura, con un trazo lento y seguro.

Este manuscrito, uno de los siete rollos del Mar Muerto hallados por los beduinos en la Cueva número 1 de Qumrán, es en concreto uno de los cuatro que compró el arzobispo Athanasius Yeshua Samuel, de la iglesia siro-ortodoxa de Jerusalén, que después llevó consigo a EEUU y que llegaron a Israel hace 63 años, en 1955.

Su mal estado es lo que provocará que esté únicamente tres meses expuesto, sin posibilidad de prórroga, y lo que ha obligado a adoptar unas medidas de protección especiales en la vitrina donde se encuentra a la vista de los visitantes.

El manuscrito está expuesto tras un cristal inteligente con un sistema de iluminación interno, que permite que la vitrina solo se encienda cuando una persona pulse un botón y solo durante 30 segundos. Además, la cámara está totalmente sellada de forma que se pueden controlar las condiciones de temperatura y humedad.

En cuanto al contenido del rollo, Roitman ha explicado que el documento pertenece a un género literario que se caracterizaba por comentar el libro del Génesis, en muchos casos, modificando, agregando o extrayendo materiales de la versión original con distintos propósitos como complementar la información o dar al texto un cariz determinado desde el punto de vista político o religioso.

En este caso concreto, el conservador de estos manuscritos ha indicado que lo que se hace es "recontar" el capítulo octavo del libro del Génesis, donde se cuenta el fin del diluvio universal y cómo el arca de Noé se posa sobre los montes de Ararat.

Entre las diferencias con el texto bíblico Roitman destaca que, según este manuscrito, el sacrificio que lleva a cabo Noé lo habría realizado dentro del Arca y no fuera y con el propósito de otorgar el perdón por los pecados, algo que solamente podría hacer un sacerdote, entre otros detalles como que está escrito en primera persona.