quien presenta la colección "doma", en la sala de arte del Instituto Cabrera Pinto de La Laguna, hasta el próximo 22 de abril.

La exposición está integrada por una selección de dibujos, instalaciones y videoanimación en los que el artista vuelca una visión crítica sobre el universo del arte actual, que pone en cuestión, a partir de la manualidad misma del dibujo.

"Propone pensar el dibujo como una herramienta de ordenamiento de su universo, que se manifiesta disidente, irreverente y diáfana, desde su producción visual" explica Omar-Pascual Castillo, comisario de la exposición y perfecto conocedor de su obra.

Guillén utiliza para su narración plástica el dibujo, la instalación y la videoanimación, con una concepción amplia y expansiva del lenguaje, creando una obra que recibe y devuelve influencias de la viñeta humorística y el grafiti.

A través de estos formatos refleja una visión crítica de su sociedad, en la que el universo del arte actual es puesto en cuestión, "revisitado desde una acidez atípica, cargada de sarcasmo, fina ironía y cierta rusticidad gráfica que apela a la inmediatez, a la velocidad de las ideas, a la primicia germinal del trazo", destaca Castillo.

Mientras para los creadores de su generación, la observación de la imagen y lo post-fotográfico eran el devenir de sus líneas de investigación, Guillén elige desdeñar la obviedad de lo narrativo y escaparse a un lenguaje en movimiento, una narrativa animada, manualmente, a la vieja usanza, "por disentir como método, por discrepar como instrumentación de una biopolítica de la diferencia como mínima maquinaria para la democratización de su entorno".

En esta exposición, una vez más, invierte la lógica del devenir, desaprendiendo lo aprendido, y demostrando su afán por experimental y crear un universo basado en su entorno vital.

"De lo corporal expansivo, a lo emocional doméstico, a lo social? Una doma mutua plagada de sutilezas, riquísima en detalles, en pequeños gestos. Una doma que adiestra la mente, no el cuerpo; el cuerpo es el mediador que aquí deja su registro, su huella dibujada, fosilizada a través del grafito y la tinta. Una doma recíproca, dual, en varias direcciones", concluye Omar-Pascual.

Paco Guillén, caracterizado por una intensa actividad profesional, tanto en exposiciones, bienales y ferias de ámbito internacional, es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha con un máster en Producción Multimedia por la Universidad Politécnica de Valencia.

La obra de este artista, que ya presentó la muestra "Blanco roto" en el Tenerife Espacio de las Artes de Santa Cruz en 2013, está presente en colecciones de su tierra natal, además de en países como México, Cuba, en la Fundación Basilea de Suiza, Senegal, Italia y Alemania, además de en diversas provincias españolas y en la Fundación DKV.