La poetisa y artista canaria Pino Ojeda (1906-2002) fue homenajeada ayer por el Gobierno de Canarias motivo del Día de las Letras Canarias, autora que "abrazó la belleza con sus palabras", según indicó el presidente canario, Fernando Clavijo. El dirigente nacionalista destacó "la trayectoria artística sobresaliente" de Pino Ojeda, que le llevó a diversos espacios, como la pintura y otros, además de editar su propia revista.

Durante el acto de homenaje, en el que alumnos del IES José Zerpa y del IES Poeta Tomás Morales leyeron varios fragmentos de su obra, el consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Isaac Castellano, se refirió a "la entrega artística, sobresaliente y ejemplar de una de las artistas más importantes del siglo XX".

Pino Ojeda continúa siendo una desconocida para la mayor parte de los lectores de Canarias y sus obras publicadas son muy pocas, en comparación con los numerosos textos inéditos que se conservan, a pesar de haber obtenido premios de enorme notoriedad. Ojeda Quevedo (El Palmar de Teror, 1916 - Las Palmas de Gran Canaria, 2002) comienza a escribir poesía a partir de la trágica muerte de su marido en 1939, acaecida en el frente de batalla de Extremadura, durante la Guerra Civil Española.

Este hecho origina una literatura intimista que transita por los temas de la soledad, el desamor, el inexorable paso del tiempo, la muerte y la esperanza. Su trayectoria literaria se inicia en 1940, en la revista tinerfeña Mensaje, donde da a conocer algunos de sus poemas. Además, esta revista publica su primer libro, "Niebla de sueño", en 1947.

Sin embargo, en 1952, año en el que logra el Primer Accésit del Premio Adonais con su poemario "Como el fruto en el árbol" (publicado en 1953), empieza a ser reconocida a nivel nacional dentro del gremio de escritores, realizando lecturas y recitales en ciudades como Barcelona y Madrid, donde establece lazos de amistad con la pléyade de autores españoles de posguerra: Gerardo Diego, Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre o Carmen Conde, entre otros.

En 1956, Pino Ojeda recibe el Premio Tomás Morales por "La piedra sobre la colina", un poema dividido en doce estancias publicado en 1964. En 1987 aparece "El alba en la espalda"; y en 1993, "El salmo del rocío", libro de poemas que obtuvo el Primer Premio Mundial de Poesía Mística, convocado por la Fundación Fernando Rielo en 1991. Póstumamente se publica "Árbol del espacio" (2007), ilustrado por Plácido Fleitas y Juan Ismael.

El resto de su obra literaria (relatos y obras de teatro) permanece todavía inédita. En 2017, apareció su única novela, hasta hoy inédita, "Con el paraíso al fondo", que fue finalista del Premio Nadal en 1954, así como el poemario "El derrumbado silencio", que también permanecía inédito.

Colaboradora en revistas nacionales y extranjeras, como Poesía Española (Madrid), Estafeta Literaria (Madrid), Revistart (Barcelona), Caracola (Málaga), Al-Motamid (Tetuán) o Profil Littéraire de la France (Bélgica, dirigida por Henri de Lescoët), por citar sólo algunas, Pino Ojeda tuvo la valentía de fundar y dirigir, desde Gran Canaria, su propia revista. Se trata de "Alisio. Hojas de poesía" (1952-1955), en la que publicarían autores destacadísimos de la Generación del 27, de la Generación del 50, o bien, a caballo entre ambas.

Costeada con sus propios ahorros, "Alisio" es una apuesta de Pino Ojeda por establecer sólidos lazos creativos entre las islas y la península, que permitió aunar arte plástico y literatura. La edición, caracterizada por una elegante sobriedad, se vio enriquecida al añadir, también, la firma autógrafa de cada autor.

En el plano pictórico, Pino Ojeda logró exponer su obra en países como Estados Unidos, Suiza, Suecia, Alemania e Italia, realizando exposiciones individuales y colectivas, itinerantes y permanentes, en museos y galerías, además de ser alabada por renombrados críticos de arte, que la consideran una de las precursoras del arte abstracto en Canarias.

La protagonista del Día de las Letras Canarias escribió ocho libros entre los años 1947 y 1999, debutando con "Nievla de sueño" y cerrando este apartado con "Árbol del espacio". Igualmente, su firma apareció en una quicena de antologías y colectivas.