Tomó posesión como consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias con el FIMC en plena agitación, después de que se declarara desierto el concurso para elegir a su director artístico, y en medio de un marasmo informativo que se originó a raíz de la suspensión de la itinerancia de "Pintura y poesía: la tradición canaria del siglo XX" debido a las duras críticas que se anudaron a ella en los últimos días de estancia en TEA Tenerife Espacio de las Artes, reproches en los que se tachaba de misógina a la muestra comisariada por los especialistas Andrés Sánchez Robaina y Fernando Castro. Esa escenografía convulsa fue la que se encontró el lanzaroteño Isaac Castellano al entrar en su despacho el 30 de julio de 2017. Música, cine, artes escénicas, ley de mecenazgo, cultura de élite y gastronomía son algunos de los temas que se abordan en una entrevista que nace transmitiendo al actor principal de la misma si tuvo la sensación de ser un "apagafuegos".

Esos dos frentes propiciaron una bienvenida algo revuelta, ¿no?

Cuando uno asume un cargo de esta importancia es consciente de que tiene que estar preparado para resolver las cuestiones que plantea el día a día.

¿Tratar de reconducir el FIMC fue un reto exigente en medio de tanta crispación?

Había que buscar un punto de reflexión próximo a las decisiones que se tomaron antes de que yo accediera al cargo para reorientar un festival que ya tenía diseñada gran parte de la programación de 2018. Entre las primeras medidas que se tomaron estuvo trabajar intensamente para que la gestión del mismo se produjera con equilibrio a la hora de analizar sus cuentas. Creo que se ha logrado rebajar una crispación que en algunos aspectos yo nunca llegué a entender, pero había que voltear el festival para generar una atmósfera algo más optimista en torno a la principal oferta cultural del Archipiélago. La respuesta del público y de la crítica han sido buenas y se han fijado las bases para garantizar el futuro del FIMC durante mucho tiempo.

¿Cuál es su reflexión en torno al hecho de que se esté hablando más de los informes de gestión de anteriores ediciones que de la programación de esta edición?

Antes del comienzo del festival estaban programadas dos reuniones con la comisión asesora. Uno de esos encuentros tendrá lugar en breve y en él se van a analizar los aciertos y los errores cometidos, al otro le daremos un mayor contenido a lo que es la planificación de futuras ediciones, es decir, la intención es adelantar el cierre de programación para poder calcular con una mayor fiabilidad el presupuesto y los costes del festival. Esta es una de las sugerencias que nos hizo la Audiencia de Cuentas, pero nosotros ya habíamos tomado medidas antes de que se conociera el informe porque entendemos que la gestión económica debe posibilitar que contemos con un presupuesto más equilibrado.

¿Renovar la audiencia es una de las asignaturas pendientes?

Somos conscientes de que ese es un aspecto que no podemos controlar, aunque eso no significa que no se pongan los medios para tratar de corregir esa situación. Hay que propiciar un escenario en el que coincidan las personas que han sido fiel al FIMC durante muchos años y las que accedan a él por primera vez. Esa es una de las líneas de trabajo en la que queremos profundizar.

¿Qué contramedidas se van a tomar para corregir este apartado?

Se está desarrollando una estrategia para atraer a nuevos patrocinadores, queremos fomentar un vínculo entre la música clásica y los jóvenes que se empiece a propiciar en las aulas, vamos a generar contactos entre los compositores canarios y sus colegas del exterior para generar en torno a la marca del FIMC un continuo intercambio de conocimientos y experiencias que nos ayuden a seguir creciendo.

¿Y esas medidas van a evitar que el Festival Internacional de Música de Canarias siga sometido múltiples juicios públicos?

Que miren con lupa al FICM no es un hecho negativo. Un festival de esta magnitud, el único que a día de hoy llega a todo el Archipiélago, debe propiciar un diálogo constructivo con todos los agentes de la sociedad para tratar de tener el mejor Festival Internacional de Música de Canarias. Sin esa reflexión no es posible acometer nuevos retos.

¿Abrir este proyecto a la entrada de capital privado puede generar una pérdida de control?

Este es un festival abierto a todos los canarios y, por lo tanto, no se va a perder el control del mismo. De lo que se trata es de analizar otros modelos de festival con un perfil parecido que se celebran en Europa y en los que la presencia del capital privado juega un papel importante. Hay empresas que pueden encontrar en el FIMC una vía para ser visibles a nivel internacional.

Esa visibilidad internacional de la que habla se está consiguiendo a través del cine, ¿hay riesgo de "matar" a la gallina de los huevos de oro por una saturación?

Cuando se triplican los datos de producción cinematográfica en cuatro años -tanto en lo que hace referencia a los proyectos generados como a los ingresos registrados- hay que analizar las cosas con cierto optimismo. En estos momentos hay pocas dudas sobre la existencia en las Islas de una industria insipiente ligada al mundo del cine. Esta posición tan ventajosa hay que verla como una oportunidad que no podemos desaprovechar para diversificar la economía local. El ecosistema que hemos creado en torno a la industria del cine no puede ser considerado una amenaza. Muchos de los atractivos que persigue el sector audiovisual se pueden compartir con los fines que persigue la industria turística.

¿No existe una amenaza, pues, de convertirnos en la nueva Almería?

Tenemos una oportunidad absolutamente envidiable de proyectar Canarias al exterior. Sin establecer comparativas con nadie, las Islas tendrán su propio desarrollo con respecto a la industria audiovisual. Si no explotamos esta vía muchos de los profesionales que existen en el Archipiélago tendrían que buscar su futuro lejos de casa.

¿Muchos de esos profesionales creen que parte de esas ganancias podrían regresar al cine que se hace en Canarias?

Somos conscientes de que en la medida que podamos consolidar el ecosistema que cité con anterioridad los ingresos se van a reinvertir en Canarias. Esa opción no solo estará supeditada al número de producciones que se ejecuten en el Archipiélago o al momento económico actual, sino a un conjunto de oportunidades que habrá que aprovechar conforme vayan apareciendo.

Hasta aquí la música y el cine parece que están en una posición de privilegio, ¿pero tiene identificadas otras artes escénicas que en Canarias están en una posición de mayor debilidad?

Estoy completamente de acuerdo con la afirmación de que hay que potenciar las artes escénicas que no gozan del mismo potencial, pero no es menos cierto de que ya se han abierto líneas de trabajo para generar esa situación de equilibrio. Los incentivos económicos que destinamos al sector audiovisual se han reproducido para las artes escénicas y se han celebrado reuniones con profesionales del sector porque, entre otras cosas, detectamos que, a pesar de su existencia, muchos artistas no estaban recurriendo a esas ayudas.

Mejorar la movilidad de los creadores canarios es un tema que está sobre la mesa de negociación con el Estado. Esa es otra cuestión a revisar para estar en igualdad de condiciones con otros artistas del territorio nacional, ¿no?

En el Plan Canario de Cultura se especifica que uno de los aspectos que hay que superar para el desarrollo de los profesionales y del sector cultural canario es el que está asociado a la movilidad. Nuestros dos programas -Canarias Crea y Canarias Crea Canaria- y el abaratamiento del coste de los billetes a partir de las bonificaciones al transporte han allanado un poco el camino, pero los creadores de las Islas no están en igualdad de condiciones que otros.

Esa punta del iceberg cultural en la que se divisa el FIMC o los audiovisuales canarios que acuden a ferias internacionales puede dar a entender que se está propiciando una gestión exclusiva. ¿Entiende que haya gente que piense que en las Islas se favorece una cultura elitista?

Es cierto que en más de una ocasión escuché comentarios sobre lo elitista o no que pueden llegar a ser algunos actos culturales, pero yo no comparto esas opiniones. Sería un error despreciar a la totalidad de la población para beneficiar a unos pocos. En ese sentido, todo lo que hace esta consejería se planifica buscando un interés general, no para una elite. En el FICM encontramos el mejor ejemplo para entender que nuestro interés es captar a todo tipo de públicos. Esa discriminación no existe. Es algo que no pasa, pero sería un error creer que hacemos una cultura elitista.

¿La Ley de Mecenazgo sigue atascada?

Continuamos a la espera de las especificaciones que nos traslade el Estado, pero ya estamos dando pasos en materia de financiación. Aunque no exista un marco legal, ya estamos aplicando aspectos de la Ley de Mecenazgo.

Pocas dudas quedan ya sobre la importancia que tiene la gastronomía en dos de las tres áreas que abandera la consejería que usted gestiona: turismo y cultura. ¿Por ahí hay otro margen para crecimiento casi infinito?

La gastronomía se ha convertido en una expresión más de nuestra cultura y desde el punto de vista turístico sería muy productivo establecer una sinergía entre la imagen de Canarias que vendemos a nuestros visitantes y los productos que ellos consumen en las Islas, es decir, una relación parecida entre la imagen que transmitimos a través del cine y el turismo. Hay campañas como "Además se come bien" en las que no nos quedamos solo con el buen clima y unos parajes naturales que son muy espectaculares, sino en la que publicitamos cocina y producto: las ventas de vino canario se han incrementado un 25% en los dos últimos años y un 8% en la de quesos, que además son reconocidos a nivel internacional con premios, o un aumento de un 6% en productos cárnicos y derivados. Por estos datos, y otros que realzan la calidad de los profesionales que trabajan en las Islas, la gastronomía ha normalizado todos sus valores en nuestra agenda cultural y turística. Una de las virtudes del turismo es que ejerce como vasos comunicantes con otros sectores, y eso es algo que se aprecía en un estudio que manejamos en el que se dice que por cada 100 euros que se generan de forma directa a través del turismo se crean 52 euros en otros sectores.

A falta de confirmar al cien por cien los datos de audiencia a los conciertos que dio la Orquesta Filarmónica de Múnich en Las Palmas de Fuerteventura, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife y de computar la asistencia final a las actuaciones que ofreció el Ensemble Kiengl en San Sebastián de La Gomera, Santa Cruz de La Palma y Valverde, el acumulado de espectadores a los 28 conciertos de pago del FIMC a día 5 de febrero estaba cifrado en 14.479 personas, una estadística que aumenta hasta las 15.346 personas si se suman los conciertos gratuitos. A partir de los datos que aparecen en el cuadro de la derecha se establece que los conciertos de pago generaron una asistencia media de 556,88 espectores, siendo Gran Canaria, con 5.968 personas, la isla que lideró este apartado por delante de Tenerife (4.800 espectadores), Lanzarote (1.612), Fuerteventura (1.440), La Palma (801) y La Gomera (160).

De los datos provisionales que maneja el FIMC -fechado a 5 de febrero- se desprende que la Orquesta de Cámara de Viena fue la que más espectadores atrajo. Eso sí, a diferencia del espectáculo "Iván el Terrible", del programa de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y el de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, los austriacos dieron dos conciertos más que la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk, que bajo la dirección César Álvarez, congresaron a 2.465 ejecutando "Iván el Terrible" en Fuerteventura, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. La OST, con 2.665 personas, se colocó por detrás de la Orquesta de Cámara de Viena y por delante de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, que fidelizó a 2.413 asistentes. Los conciertos con menos ocupación, a falta de oficializarse los datos de la isla de El Hierro, fueron los que dieron el Enseble Praeteritum en La Gomera (64) y Nordic Voices en La Graciosa (67).

AFOROS DEL FIMC

GRAN CANARIA

"Iván el Terrible".

1.076 localidades ocupadas.

Orquesta Sinfónica de Tenerife.

1.222 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Gran Canaria.

1.228 localidades ocupadas.

Orquesta de Cámara de Viena.

1.197 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Múnich. (*)

1.245 localidades ocupadas.

Total ocupación: 5.968 personas

/ 76,2% de media de aforo.

TENERIFE

"Iván el Terrible".

959 localidades ocupadas.

Orquesta Sinfónica de Tenerife.

1.053 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Gran Canaria.

908 localidades ocupadas.

Orquesta de Cámara de Viena.

1.001 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Múnich. (*)

879 localidades ocupadas.

Total ocupación: 4.800 personas

/ 64% de media de aforo.

LANZAROTE

Nordic Voices.

204 localidades ocupadas.

Orquesta Sinfónica de Tenerife.

390 localidades ocupadas.

Ensemble Praeteritum.

196 localidades ocupadas.

Orquesta de Cámara de Viena.

520 localidades ocupadas.

Ensemble Klengl

302 localidades ocupadas.

Total ocupación: 1.612 personas

/ 78% de media de aforo.

FUERTEVENTURA

"Iván el Terrible".

430 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Gran Canaria.

277 localidades ocupadas.

Orquesta de Cámara de Viena.

286 localidades ocupadas.

Ensemble Klengl.

151 localidades ocupadas.

Orquesta F. de Múnich. (*)

296 localidades ocupadas.

Total ocupación: 1.440 personas.

LA PALMA

Nordic Voices.

235 localidades ocupadas.

Ensemble Praeteritum.

126 localidades ocupadas.

Orquesta de Cámara de Viena.

450 localidades ocupadas.

Ensemble Klengl (*)

Sin información.

Total ocupación: 801 personas.

LA GOMERA

Nordic Voices.

96 localidades ocupadas.

Ensemble Praeteritum.

64 localidades ocupadas.

Ensemble Klengl (*)

Sin información.

Total ocupación: 160 personas.

EL HIERRO

Nordic Voices.

Ensemble Praeteritum.

Ensemble Klengl .

Sin contabilizar por el carácter

gratuito de los conciertos.

LA GRACIOSA

Nordic Voices.

67 localidades ocupadas.