El tema del tiempo tenía que tener "una presencia importante" en esta exposición, ha asegurado hoy Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925) al presentar en la galería Marlborough una muestra que recoge creaciones suyas desde 1952 a la actualidad y en la que este artista del hierro explora en su "Finisterre".

"Martín Chirino en su Finisterre" son 12 esculturas, la mayoría de ejecución reciente, y 29 dibujos inéditos pertenecientes a una serie de 1973, la llamada Colección de Chicago.

"Sigo trabajando diariamente y por ello la mayoría de obras son de reciente creación", ha asegurado hoy el "maestro de las espirales" sobre la muestra, un recorrido por su historia como escultor con obras que representan momentos cruciales de su vida.

Hace 70 años, el canario, considerado el escultor español vivo más reconocido internacionalmente, se instaló en Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en 1958 realizó su primera exposición en el Ateneo de la capital, ya como miembro del emblemático grupo El Paso.

Desde entonces ha trabajado siempre "apasionado por lo que hacía", en sus espirales, sus vientos solanos, afrocanes y aeróvoros, en su empeño de "conseguir que el hierro quiera definir lo sublime".

Dice que en su producción no hay esculturas de antes y de ahora, porque su trabajo es continuo, y repite que es artista de una sola espiral, de una sola escultura.

Una sola escultura que, en esta exposición, comienza con la primera de sus obras, "La Reina negra", de 1952, y que se exhibirá junto a las últimas que ha realizado 65 años después.

Otra es "Arco roto (homenaje a las víctimas de Atocha 2004)", fechada en 2017 que se eleva en el espacio con una espiral vertical en uno de sus extremos y otra tumbada, sosteniendo entre ambas un bucle.

Dos versiones de su aeróvoro, realizadas en 2015 y 2016, y "El viento", de 2015, las tres en hierro forjado, al igual que "El Quijote", de 2007, también forman parte de la exposición, comisariada por Francisco Calvo Serraller.