Alrededor de dos mil quinientos canarios de los cuatro mil que salieron del Archipiélago junto a los soldados reclutas del Segundo Batallón del Regimiento de Luisiana en Canarias llegaron a su destino en el año 1778. El resto desertó o se desplazó a otros destinos, como Cuba o Venezuela, explicó Manuel A. Fariña González, profesor del departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna.

Este investigador, junto a Carmen Nieves Luis García, licenciada en Historia y Musicología, miembro del Grupo de Investigación de la Música Tradicional de Tenerife y presidenta de la Asociación Cultural Los Alzados de Icod de los Trigos, son los autores de la exposición "Historia y música tradicional de los isleños de Luisiana", que se desarrolla hasta el próximo 16 de febrero en el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl, ubicado en la Casa de la Aduana del Puerto de la Cruz.

Esta muestra, incluida en el proyecto Campus América 2017 que ya se exhibió en la Universidad de La Laguna, está formada por seis árboles genealógicos en formato mural de diferentes apellidos de las familias del Archipiélago que emigraron a Luisiana, junto a los soldados reclutados.

También incluye la reproducción de diferentes documentos históricos de varios formatos como testamentos, mapas y fotografías, así como diversos elementos etnográficos de artesanía. Todos estos fondos fueron donados, desde el año 1998, por los isleños de la parroquia de San Bernardo en Luisiana, además de la documentación reunida en las II Jornadas de Difusión de la Música Tradicional de Canarias-América, celebradas en el año 2006 y que organizó el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC).

El objetivo de esta iniciativa es difundir las causas que motivaron la emigración a América, principalmente al Sur de los actuales Estados Unidos, de estos emigrantes isleños que mantuvieron parte de su cultura hasta la actualidad.

"La idea es presentar una serie de documentos y materiales que se relacionan con la cultura de los isleños en Luisiana. Esto es la parte complementaria de un trabajo de investigación que presentamos en 2016, que no se ha publicado todavía. El estudio trata de reflejar documentalmente los ascendientes isleños que permanecen aquí", entre ellos los de últimos cantadores de décimas en Luisiana, de ahí viene el título de la exposición.

Las joyas de la muestra son la media docena de árboles genealógicos de varias familias canarias que se relacionan directamente con las que marcharon a Luisiana durante el periodo comprendido entre 1778 y 1783. "Ha sido un trabajo ímprobo de consultar documentación en archivos parroquiales e histórico provinciales".

Estos estudios genealógicos se refieren a las familias con apellidos Oramas, Luis Afonso, Luis Moleiro, Álvarez Ruiz y González Corvo, todos ellos llevados a América por reclutas del Segundo Batallón del Regimiento de Luisiana y los familiares que los acompañaron en aquella aventura.

"La exposición va a itinerar por los municipios vinculados con el pasado histórico de los isleños de Luisiana, entre los que se encuentran La Laguna, Los Realejos, San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Adeje, Arico, Güímar, Arafo, y Candelaria", aunque también se acercará a Santa Cruz, Las Palmas y Madrid.

El árbol genealógico más amplio es el referido a la denominada "Familia de los Alzados", cuyo tronco comparte con la Familia de los Luises, ambas establecidas en la comarca de Icod de los Trigos.

"Hemos podido demostrar y documentar más de trescientos sesenta nombres, luego el árbol genealógico de la Familia de los Alzados se inicia desde finales del siglo XV hasta el siglo XXI. Hemos podido conectar diecinueve generaciones desde la época del Mencey Bencomo hasta la actualidad".

La presencia actual de la cultura isleña en Luisiana se traduce en cuatro cantadores de décimas vinculados con la Familia de los Alzados, en la transmisión oral del español que se hablaba en Canarias en el siglo XVIII y algunas prácticas artesanales.

"El peligro que existe actualmente es que las generaciones más jóvenes con orígenes isleños no están por la labor de mantener la cultura de sus antepasados, por eso tratamos de apuntalar los restos de la cultura isleña que aún quedan en Luisiana".

Manuel Fariña González

profesor de geografía e historia de la ULL

"Tributo de sangre"

Desde el año 1675 el denominado "Tributo de sangre" ofrecía la posibilidad de que las autoridades isleñas pudieran enviar determinadas mercancías a América, como vino, aguardiente, vinagre, frutos secos o tejidos vastos. Este tributo implicaba la obligación de enviar cinco familias canarias a América por cada cien toneladas de mercancías que llevaran los barcos que tocaban Canarias. Estos "emigrantes" podían partir hacia los lugares que delimitara la corona española para establecer distintos puntos de colonización.

Fundaciones

Esta política de colonización indiana en la que participaron activamente familias canarias permitió la fundación de San Severino de Matanzas (Cuba), Montevideo (Uruguay), San Antonio de Béxar o San Antonio de Texas (Estados Unidos), entre otros enclaves establecidos en el delta del Río Mississipi, dentro del antiguo Virreinato de la Nueva España.