Al ritmo de valses y polkas de los Strauss, siempre bajo la batuta del veterano director italiano Riccardo Muti, la Orquesta Filarmónica de Viena dio ayer una alegre y a su vez delicada bienvenida al año 2018. El público de la Sala Dorada del Musikverein de Viena presenció un Concierto de Año Nuevo, el 78 desde su estreno en 1939, con siete piezas inéditas, entre ellas, obras conocidas como el "Galop de Guillermo Tell", de Johann Strauss padre.

El programa destacó por su optimismo y ritmo alegre, como lo reflejaron algunas polkas rápidas como la marcha inicial de la opereta "El Barón Gitano", de Johann Strauss hijo, o la polka "Leichtes Blut" (Sangre liviana), del mismo compositor. La batuta de Riccardo Muti marcó además la cuadrilla de la "Un Baile en Máscara", de Johann Strauss hijo, inspirado en la ópera del mismo nombre de Guiseppe Verdi, un claro guiño al maestro italiano al frente de la orquesta hoy. Muti, nacido en Napolés en 1941, dirigió por quinta vez este tradicional concierto, después de los años 1993, 1997, 2000 y 2004. El maestro, todo un ídolo en Viena, cuenta con una larga relación de casi medio siglo con los filarmónicos de Viena, orquesta de la que aprendió a valorar y querer la música de los Strauss.