El Museo de la Naturaleza y el Hombre (MNH) cuenta con una construcción cúbica de unos 11 metros de altura y 10 toneladas de peso que bajo el nombre de "Memento mori" (Recuerda que morirás, en latín), forma parte de la exposición "Athanatos. Inmortal. Muerte e inmortalidad en poblaciones del pasado", inaugurada el pasado miércoles y que hasta el 4 de junio de 2018 reúne una colección única de momias y restos funerarios de todo el mundo.

Esta estructura, un cubo gigantesco situado de manera provisional en uno de los patios del recinto, sirve de vestíbulo al espacio funerario que se encuentra debajo y en el que se exponen individualmente, en vitrinas climatizadas y con un sofisticado sistema de iluminación sin emisión de radiación ultravioleta, las distintas momias, objetos y otros restos humanos que componen la exposición. Además hace la función de soporte para una serie de proyecciones audiovisuales que introducen al visitante.

El suelo, cubierto de arena blanca y con una pasarela de madera, simula una excavación arqueológica y, en su centro, oculto por una serie de cortinajes superpuestos, se encuentra la escultura de una estrella octángula, dibujada por Leonardo Da Vinci en el siglo XVI, evocación del uso simbólico de la geometría para representar la muerte en muchas culturas a lo largo de la historia.

El diseñador, Gonzalo Ruiz, descubrió "una casualidad matemática entre el número cuatro, el cuadrado y el cubo, y el concepto de muerte y trascendencia en muchas culturas humanas, presente en la literatura y el cine moderno".