Fernando Delgado no escondió la sensación de sentirse un "madurito" en medio de dos escritoras que pertenecen a distintas generaciones. El periodista y novelista santacrucero reflexionó durante unos minutos sobre "la razón deteriorada" e instó a los asistentes a recuperar una cordura colectiva que no se distingue en una escenografía social convulsa. De Rosa Regás exaltó su pasión por los libros, la fuerza de sus ideas y hasta un pasado idílico ligado al "golferío de Barcelona". De Marta Robles subrayó su dualidad profesional, el éxito de sus libros y su personalidad, algo que suele "chocar" cada vez que mantiene un cara a cara con su compañera de debate en la primera cita del ciclo "Arte y vida. Necesidad de la razón" del "Otoño Cultural" de CajaCanarias.

El moderador, en pleno rodaje de "Mirador de Velintonia", planteó la posibilidad de modificar el enunciado de la velada ("El papel de la mujer en la literatura") por un asunto asociado a la realidad desdibujada de la que tanto se está hablando en los medios de comunicación, pero sus invitadas prefirieron volcar sus palabras en el oficio de escribir.

Regás dejó claro que su afonía no tenía nada que ver con los efectos de una resaca. "He sido atacada por distintos aires que se han debido confundir", disculpó la editora, escritora y exdirectora de la Biblioteca Nacional. Rosa admitió que es una mujer de "muchas vocaciones", su tardío desembarco como novelista -su primer libro lo escribió a los 58 años- y que la "obsesión es mi verdadera inspiración". La ganadora del Premio Planeta del año 2001 ("La canción de Dorotea") tampoco disimuló que los grandes escritores pudieron ser reconocidos porque detrás tenían a una gran mujer que se encargaba de las tareas domésticas. La también ganadora del Premio Nadal ("Azul" / 1994) explicó al público que asistió al Espacio Cultural CajaCanarias de la capital tinerfeña que "yo no considero que haya tenido mala suerte en este mundo, pero nunca he escrito para tener éxito y ventas, sino porque sentía que tenía una historia que contar", dijo antes de planificar una pequeña "trampa" a Marta Robles.

"¿Tú cómo puedes escribir con tres hijos?", trasladó Regás a su colega sin obviar que ella tuvo que esperar hasta que sus cinco hijos cumplieron los 18 años.

Robles, que acaba de debutar en el género negro con "A menos de cinco centímetros", defendió que las mujeres son tan grandes contadoras de historias porque ellas han sido las portadoras de la tradición oral, que no hay libros para hombres o de mujeres sino buenas y malas historias y que alguna vez fue interrumpida en su despacho de casa por uno de los suyos mientras entrevistaba a un ministro. "Esa capacidad para restar valor al trabajo que hace una mujer está muy presente en una sociedad en la que los índices de imbecibilidad se han disparado", denunció en una de sus primeras alocuciones. La autora premiada con el Fernando Lara ("Luisa y los espejos" / 2013) contó que su afición por la escritura es anterior al periodismo, e, incluso, que tiene una novela sin publicar de 116 páginas que nació en plena adolescencia. "Yo escribo con la intensidad de esa persona que sabe que mañana va a ser ejecutada", resumió antes de corregir a Regás por anunciar al público que ningún escritor de éxito lo compaginó con una profesión. Robles citó a Kafka y Rosa respondió: "Ser funcionario no te distrae".

Rosa Regás

Escritora

La segunda cita de "El Mundo que queremos" reúne esta noche, a partir de las 20:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de la capital tinerfeña al periodista y escritor Rodolfo Serrano y al cantautor Ismael Serrano. Padre e hijo compartirán sus reflexiones en un debate que estará moderado por Fernando Delgado. La "Música y la letra" será el punto de partida de una conversación en la que fluirán aspectos vitales y profesionales. Ismael Serrano interpretará en acústico algunos de sus temas más emblemáticos.

Marta

Robles

Periodista y novelista