España fue una verdadera potencia entre los años 1620 y 1795, fechas que coinciden con la edad de oro de la piratería. Amaro Pargo, corsario de origen lagunero, fue uno de los integrantes de esa historia, resultando ser uno de los piratas más importantes del mundo, casi tanto como el conocido Barbanegra.

Sin embargo, muy pocos fuera de Tenerife conocían su existencia hasta que la industria del videojuego y, concretamente, la empresa francesa Ubisoft, se interesó por su vida, su historia y sus huesos.

Corría el año 2012, cuando el departamento de márquetin de Ubisoft en España conoció que su nuevo juego, "Assassin''s Creed IV: Black Flag", estaría inspirado precisamente en esta época. "Lo primero que hicimos, desde el punto de vista del marketing, fue detectar oportunidades de comunicación que favorecieran la trasmisión y la visibilidad del producto", cuenta Antonio Alonso Maroto, representante de Ubisoft.

Esta cuarta entrega, que ya estaba desarrollada, tenía un detalle curioso, y es que no contaba con ningún pirata español, "la mayoría eran de origen inglés", ni se hacía ninguna referencia a la gran potencia que fue España en el momento. "Eso nos hizo reflexionar y preguntarnos sobre qué pirata o corsario español podíamos rescatar y realizando una investigación dimos con Amaro Pargo, un personaje importantísimo dentro de su entorno", remarcó.

Así fue cómo, por primera vez en la historia, una empresa de la industria del videojuego se embarcaba en su propia aventura para conseguir exhumar los restos de la personalidad española. Esta campaña pionera consiguió llamar la atención de medios -tanto nacionales como internacionales-, ciudadanía y, cómo no, de los jugadores españoles.

Lo que descubrieron fue que el lagunero era una persona bajita, en torno al metro sesenta y cinco, y delgada. Comía mucho pescado y tuvo varios enfrentamientos, un hecho que se constata con las heridas de arma blanca que encontraron en su clavícula y alguna de sus costillas.

En la fosa en la que se encontraba su cuerpo yacían los restos de un hombre grande y negro, "su esclavo", y varios bebés. Este último hecho se debe a que, en la época, se creía que "si los niños muy pequeños morían, era bueno enterrarles con adultos que les guiasen hacia el cielo", explicó Alonso.

Con la última entrega de la saga de "Assassin''s Creed", titulada "Origins", ambientada en el antiguo Egipto y que acaba de ser lanzada al mercado, siguen surgiendo las incógnitas sobre el futuro de la información que la empresa pudo recuperar de los restos de Pargo.

"Tenemos la capacidad de poder recrear sus rasgos faciales, es un proyecto que tenemos clasificado y que podríamos hacer realmente", asegura el responsable de Ubisoft. Sin embargo, el descubrimiento se aleja de la saga principal, porque según argumentó Antonio Alonso, "no tiene por qué usarse en otra entrega de Assassin''s Creed, sino quizás en un contenido de piratas o corsarios que tenga sentido", remarcó.

La labor que hicieron entonces ha sido reconocida en varias ocasiones, pero esta vez, en el contexto de Festival Internacional de Cine Histórico de La Laguna, se les ha hecho entrega del premio honorífico "El testigo de la Historia", elaborado por el escultor tinerfeño Román Hernández, en reconocimiento por el éxito del videojuego ante el público.