El corazón de Santa Cruz de Tenerife, en las proximidades de la calle Castillo, oculta una tradicional casa de comida italiana, conocidas como trattorías, de las que toma su nombre. La Trattoría de la capital tinerfeña mantiene el estilo italiano en la preparación de sus platos, muchos de ellos alejados del tópico de la pasta y la pizza. Su chef, Davide Ummarino, destaca que hay platos canarios que tienen similitud con creaciones de la cocina de su pueblo natal, ubicado en territorio genovés, como "los de cuchara, la carne de conejo o el pesto a la genovesa, que sigue el mismo procedimiento de preparación que el mojo de cilantro". La presencia de genoveses en Canarias fue muy numerosa, fruto de los intercambios comerciales.

La Trattoría cumple este mes su primer aniversario. Desde su apertura, el propietario se ha esforzado por dar a sus comensales platos que les hagan viajar hasta Italia, manteniendo los sabores genuinos, y con los que Mahou marida a la perfección. La mayor parte de productos son importados desde Italia.

La carta de La Trattoría es dinámica, con una parte fija y otra que varía semanalmente. Davide Ummarino explica que "el consumidor puede encontrar lo más típico, como la carbonara o el tiramisú, mientras que en la pizarra puede optar por creaciones más atrevidas y menos conocidas. Normalmente propongo un entrante frío y otro caliente, un plato principal y un postre". Se trata de dar un enfoque distinto a lo que se conoce por cocina italiana.

Entre alguna de las propuestas destaca una crema conocida como "La Fonduta", a base de queso derretido, leche, yema de huevo y sal. Se sirve con picatostes y en pequeños calderitos . El queso proviene de vacas criadas en zonas altas de Los Alpes.

En La Trattoría también se puede degustar la pizza. Sin embargo, aquí se prepara de forma distinta. Ummarino detalla que "seguimos una técnica muy antigua. Optamos por fermentar la masa de forma pasiva y necesitamos al menos 72 horas de fermentación. Los sacaromicetos, bacterias también responsables de la fermentación del vino, actúan sobre la masa y no la usa hasta que finaliza el proceso. Así logramos una pizza muy ligera".

Uno de los postres más apreciados es el Banana Split. "helado clásico. Apenas añadimos azúcar y utilizamos plátano de Canarias, con una elaboración tradicional, sin sabores artificiales". El chef añade que "utilizamos una técnica tomada de los hermanos Roca para preparar el plátano flambeau. De este modo, logramos un sabor muy puro, que sorprende a algunos consumidores, , acostumbrados a helados procesados".

La meta del propietario es lograr que el cliente descubra nuevos sabores y productos.