Entre nueve y diez mil libros, revistas y otras publicaciones especializadas conforman la "herencia" que el catedrático gomero de Historia del Arte Alberto Darias Príncipe y su esposa Teresa Purriños Corbella han dejado para uso público a la Biblioteca Central de Santa Cruz, ubicada en el Tenerife Espacio de la Artes (TEA), que se suman a los más de ciento veinte mil títulos de sus fondos catalogados informáticamente.

Esta inusitada donación, que se entregará en varios lotes, enriquecerá la oferta de este centro de lectura y préstamo de libros dependiente del Ayuntamiento de Santa Cruz, cuyo concejal responsable, José Carlos Acha, tildó "como la mayor donación de libros que hemos tenido jamás y debido a su calidad y especialización es muy importante".

Esta decisión de desprenderse de la mayoría de los fondos bibliográficos que poblaban su biblioteca en su despacho en la Universidad de La Laguna, en la que impartió clases durante muchos años, y la de su propio domicilio y el de su compañera, se debe a que sus hijas no están interesadas por los temas tan especializados que dominan tan amplia colección.

"No quería que una vez desapareciese yo se desperdigara toda la colección, porque mis hijas han elegido carreras diferentes a la mía y no están interesadas por los temas de arquitectura y urbanismo. Y antes de que llegue un camión y se lo lleve todo por ahí, prefiero que quede a disposición del público, y me parece que el TEA no tenía una biblioteca muy amplia de arquitectura y urbanismo", aclaró.

Este legado bibliográfico, entre los que hay muchos títulos agotados, contiene miles de ejemplares especializados en arquitectura y urbanismo, entre ellos revistas sobre estas materias desde el siglo XIX hasta la actualidad, publicaciones informativas de los años 30 y otras sobre arte fotográfico.

También incluye obras de iconografía, la serie de los clásicos grecolatinos de Gredos que siguió religiosamente durante cuarenta años, historia, arte, estética, literatura clásica y de los siglos XVI, XVII y mucho del XIX, además de moderna y algunos de medicina, entre otros aspectos de la cultura que han interesado a su gestor durante más de cinco décadas.

"La parte más especializada es la de iconografía, la de arquitectura y urbanismo. Hay una parte que no sé qué destino darle. Me especialicé en Marruecos y norte de África y hay una parte de la biblioteca en la que la mayoría son libros del siglo XIX sobre Marruecos, Túnez, la colonización francesa y española, además de documentación que conseguí en el Archivo General de Alcalá de Henares y en el Archivo de Tetuán. Todo eso quiero que forme un bloque y no sé si irá para la Casa de África, o si alguien está interesado en adquirirla. Es una colección muy buena, producto de ir a anticuarios de libros, a subastas...".

Aunque la mayoría de los tomos que posee están escritos en castellano, también hay otros en italiano, francés, inglés o croata, además de muchas revistas alemanas y francesas de arquitectura de los años 20 y 30.

"Esta biblioteca es el producto de cincuenta años coleccionando libros, aparte de que compraba en anticuarios de Madrid, o cuando estaba en Alemania, Francia o Italia. Iba a librerías de viejos que se llaman y buscaba los temas que me interesaban, sobre todo arquitectura y urbanismo".

Todos los títulos que integran la biblioteca de Darias y Purriños tienen su propia historia, aunque algunos destacan por su extrañeza, como uno titulado "Flores de Miraflores", del siglo XVII, escrito por un monje cartujo, en el que por cada alabanza a la virgen tiene un grabado, una explicación del mismo y la fuente en la que se basó. Al parecer, fue muy difícil conseguirlo. Lo compró en una puja.

"Esta es una biblioteca muy personal, un reflejo de mi vida académica, que he ido coleccionando según los temas que me han ido interesando y sobre los que he ido trabajando. Al principio compraba todo arte, hasta hace quince años, pero después me di cuenta de que no me cabía más y corté con eso", apuntó.

"Cuando fui joven compré mucho de estética marxista, muy de moda en los años 70. Son los momentos en los que iba emparejando mis aficiones intelectuales a nivel de trabajo. Me fui especializando y corté con la estética y la plástica y me dedique exclusivamente a la arquitectura, la iconografía y el urbanismo".

El primer lote ya ha sido trasladado a la Biblioteca Central de Santa Cruz, más de dos mil publicaciones procedentes de su despacho en la ULL y otros de su casa de La Gomera, que "era un poco la biblioteca familiar de mi abuelo".

Este investigador, autor de numerosos trabajos sobre los temas en los que se especializó, también legó gran parte del archivo de su familia, que empezó en 1890 y llegó hasta 1970, al Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife. "Me quedé con la parte más deteriorada para restaurarla y, al mismo tiempo, estudiar la documentación para futuros trabajos que voy a hacer, como una Miscelánea de La Gomera entre 1926 y 1929".

El catedrático de Historia del Arte Alberto Darias y Teresa Purriños han donado su colección de libros a la Biblioteca Central de Santa Cruz.

Alberto Darias Príncipe

catedrático de historia del arte

Literatura canaria

La historia, la literatura y el arte canario también tienen su apartado en la biblioteca de este estudioso. "Hay una habitación que está dedicada exclusivamente a Canarias, sobre todo historia y arte. Hay libros muy curiosos, porque las publicaciones canarias son tiradas tan cortas que algunas se han agotado y son muy buscadas en la actualidad, como por ejemplo la obra sobre Viera y Clavijo comentada por Alejandro Cioranescu, o los cuatro volúmenes de Cioranescu sobre la historia de Santa Cruz, y escritores de los años 20 y 30..