El escritor Mario Vargas Llosa calificó ayer de "caricatura de la lengua" la forma de comunicarse en las redes sociales y se ha mostrado convencido de que si la literatura no prevalece, la sociedad corre el peligro de convertirse "en un mundo de monos".

El autor peruano presentó ayer en Madrid un libro de ensayo en el que, bajo el título "Conversaciones en Princeton" recoge el curso que impartió en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos) junto con el catedrático Rubén Gallo, a un grupo de alumnos con los que debatieron el proceso de la escritura del Premio Nobel de Literatura.

Un escritor que se ha declarado "horrorizado" al comprobar en las redes sociales "en qué se ha convertido el lenguaje", un modo de expresarse que le parece "espantoso" y la negación misma de la literatura.

No obstante, ha confiado en que la literatura prevalezca sobre estas formas de comunicación ya que, en caso contrario, ha advertido de que vamos hacia "un mundo de monos": "solo la buena literatura enseña las posibilidades de la lengua, enseña a matizar, a ser preciso, claro y coherente".

Si la literatura no sobrevive, "la sociedad del futuro no va a ser nada envidiable y ejemplar; puede ser floreciente en tecnologías pero invivible para alguien con sensibilidad y cierta cultura".

Para el escritor, una sociedad "de lectores de buena literatura" es más crítica, más libre y más difícil de manipular. Aunque ya no cree en el efecto inmediato de la literatura como cuando era joven, sostiene que es una "fuente indispensable" para la formación de una sociedad democrática y libre.

En el libro presentado ayer se relata cómo, a partir de cinco obras de Vargas Llosa, "Conversación en la catedral", "Historia de Mayta", "¿Quién mató a Palomino Molero", "La fiesta del Chivo" y "El pez en el agua", se debatió en el curso la relación entre Historia y ficción.

En su proceso de escritura, ha indicado Vargas Llosa, realiza siempre mucha labor de investigación, no como un sociólogo ni como un historiador, "sino para poder mentir con conocimiento de causa".

El Premio Nobel ha asegurado que a lo largo de los años ha cambiado en su forma de escribir pero ha confesado que no es consciente "de la naturaleza del cambio".

"Borges dijo que cuando uno empieza a escribir le interesa mucho la complejidad y luego descubre que lo importante es la claridad y hay mucho de cierto en esa teoría", recalcó.