El pasado jueves se percibía un movimiento especial en el centro comercial Siam Mall de Adeje, se advertía la atmósfera clásica de un gran acontecimiento. Efectivamente, se abrían las puertas de la nueva tienda de Starbucks en Tenerife y esta inauguración se hizo sentir entre el público que acudió para disfrutar de estos primeros pasos de la marca internacional del café en la Isla. "Estamos muy ilusionados por traer nuestra pasión aquí y por primera vez", afirmó Álvaro Salafranca, máximo responsable en las plazas española y portuguesa. Con él conversamos de forma distendida.

Solo había que observar la alegría desbordada de la primera clienta que recibió el cariño de los nuevos embajadores en Tenerife; o las colas que se formaron para probar las especialidades de la marca; o más aún los selfies y fotografías de los fans de este concepto, con sus fundas de móvil de diversos motivos de Starbucks. Al fin y al cabo estamos hablando de café, uno de los motores del mundo. Tras el acto protocolario de presentación, Salafranca, director general para España y Portugal, reservó un rato para la tranquilidad de la charla que mantuvimos en ese espacio que incorpora elementos de la cultura oriental y juega con el contraste de luces y sombras.

Ahora que estamos asistiendo a este "hervidero" de gente y expectativas, ¿qué me puede decir de esta nueva andadura en Tenerife?

Para nosotros Starbucks es una marca querida que concentra diversidad, vocación de atender todas las tipologías de personas y gustos; y, de ahí, el cariño con el que nos reciben en todos los rincones del mundo.

Si tuviera que asignar un adjetivo concreto para este concepto, ¿cuál sería?

No sabría -sonríe-, de verdad. Creo que encajarían un montón, pero sí puedo hablar de sensaciones, de sentimientos; yo, como parte de esta gran familia, sobre todo me siento querido. Además, la honestidad es nuestra principal credencial de presentación -y motivo de tranquilidad-, y eso es mucho en un segmento como el del café, complicado en sus distintas vertientes".

Pues, ¿qué tiene Starbucks que no tengan otras firmas dedicadas a este sector?

Hablo por nosotros: alta calidad. Somos estrictos en los procesos de selección y nuestro producto es, en cualquiera de las diversidades que proponemos, 100X100 arábiga.

¡Eso lo dirán todos!

Vuelvo -sonríe nuevamente- a hablar por nosotros: más que productos nos esforzamos por generar experiencias, sensaciones; esto es una filosofía que pretende ir de persona a persona, de café a café y de corazón a corazón. No de dependiente a cliente.

Dicho así no es poca la diferencia con otras fórmulas y formatos.

Sí. Diferenciación a través del gusto por entrar, de forma amable, en los hábitos de las personas. No en balde, contamos ya con 25.000 establecimientos en todo el planeta (75 países) y algo así como 300.000 partners. Pero insisto: las cifras cifras son y nuestra búsqueda del deleite debemos interpretarla y saber comunicarla cada día.

Muchos colegas le habrán preguntado por la faceta pura y dura de la economía. Un servidor, como periodista interesado en la gastronomía, le pregunta acerca de las sensaciones de la relación del café y este fenómeno cada vez más en alza en la sociedad.

Yo lo resumiría a su aspecto esencial. ¿Quieres el agasajo de una taza de café? Claro. Pero, habrá momentos en que tendrás que acompañarlo con un tentempié y si éste está rico mejor qué mejor. En esto queremos ser lo más rigurosos posibles, me refiero a que lo que ofrecemos (cheesecakes, pan de arándanos, cookies, muffins?) colme la complicidad en cada momento del día: en el desayuno, el brunch, la media tarde...

¿Suena bien?

Es más que eso. Es que Starbucks aspira a estar ahí en la cotidianeidad, que no te falte, si te vas de viaje, en el aeropuerto o en la estación de tren; de la oficina a casa; de visitar el monumento al hotel. Como le comenté antes, siempre con la honestidad como premisa. Y por eso nuestro personal está pendiente de cada gusto, de cada demanda personal.

Casi son psicólogos entonces.

No. ¡son humanos!

Señor Salafranca, ¿el café con o sin azúcar?

Sin azúcar.