Desde la amplitud de visión que proporciona su espectáculo, Melendi se convirtió anoche en un fenómeno musical digno de ser visto... y oído.

El público tinerfeño respondió a la llamada, llenando el aforo del pabellón Santiago Martín de La Laguna (prácticamente con idéntico fervor al que se vive en las mejores citas deportivas), atraído por un cantante que representa una mezcla entre el clásico romántico con pinta de colega, que además adereza su puesta en escena con el tono de quien sabe seducir desde el pensamiento cantado.

Con "Quítate las gafas", el tema que da título a su nuevo disco -un trabajo que viene girando con éxito por diferentes ciudades españolas y americanas-, este "personaje" televisivo, reconocible por su papel de "coach" en el programa "La Voz", se reivindicó con voz propia y fue capaz de superar etiquetas y prejuicios, en consonancia con el lema que propone su disco, con una frase directa. "No me gusta la gente que no mira a los ojos".

El asturiano regaló un viernes diferente, con más de dos horas de concierto, un tiempo en el que tiró, con madurez y buen tempo, de un amplio registro en el que se mezclaron las tiernas baladas con los ritmos de pop-rock ligero, los sonidos de raíz latina y hasta compases rumberos.

Nadie pareció quedar indiferente con la propuesta del asturiano y su banda, que se movieron con comodidad y gestos cómplices sobre el escenario.

Desde "Hijos del mal" y todo un repertorio nuevo que traía bajo el brazo, Melendi también volvió a la mirada a los viejos tiempos, con un tono hasta nostálgico, recuperando "Piratas del bar Caribe", "De pequeño fue el coco", "Desde que estamos juntos", "Hablando en plata"... y el calor del público.