Rosendo publica su decimosexto disco de estudio, ''De escalde y trinchera'', un nuevo trabajo en el que el rockero de Carabanchel vuelve a sacar su vena reivindicativa a pesar de sentirse "mayor", recordando que, "mientras haya aliento", seguirá "despotricando" contra aquello que considere una injusticia social.

"Estoy harto de estar toda la vida peleándome y exponiéndome, pero al final es lo que me tira. Ahora que no estoy en la calle, me fijo más en lo de dentro y lo cierto es que nos vamos acomodando y te dejas llevar...Hay mucho por hacer, pero no contéis conmigo que yo ya estoy mayor", ha bromeado sobre la carga social de su disco.

En este sentido, ha recordado que ''De escalde y trinchera'' es un disco como sus anteriores trabajos, en los que cuenta cómo se siente "a cada momento". En esta etapa, fija su mirada en que "todo sigue igual", a pesar de que se pregonen muchos avances sociales. "Es doloroso, porque parece que aquí no pasa nada, pero seguimos llevando esa misma cruz a cuestas y hay esa sensación de agobio, donde el que manda, manda", ha lamentado.

Así, ''Soy'' y en especial ''¡Qué bufonada! son dos de los diez temas del disco que más se centran en esta crítica. El trabajo, que cuenta con colaboraciones como las de Jorge Pardo, también incluye charangas como las de ''El botillo y la pringá'' y llevará al autor a girar por España con más de 30 conciertos este año, del que ya se conocen algunas fechas como su actuación dentro de las Noches del Botánico en Madrid.

Rosendo considera que su habitual fórmula de rock and roll sigue presente en este trabajo --"al final hago canciones y digo lo que siento, pero quizás este disco es más íntimo porque ya no estoy en el ajetreo diario"--, si bien matiza que sus hábitos diarios le han llevado a otra forma de trabajar. "Sólo quiero enviar un mensaje real y creíble y procuro ser sincero y sensato", ha apuntado.

LA ESTATUA DE CARABANCHEL

"Ya no escucho la música de antes porque no siento esa necesidad imperiosa del día a día, y de hecho hay días que me levanto y se me olvida que toco la guitarra", ha comentado, descartando no obstante una futura retirada. "El retiro de los músicos en este país es bastante doloroso así que vamos a alargarlo todo lo que podemos", ha comentado entre risas.

Cuatro años han pasado desde su último disco de estudio y Rosendo reconoce que esta inactividad en algunos momentos le ha pasado factura. "No paréis nunca, que el cuerpo luego pesa mucho y es difícil volver otra vez", ha señalado con humor. Entre medias de estos años, ha saltado a los titulares por cosas como una estatua homenaje que querían poner en Carabanchel, propuesta con la que no estaba de acuerdo.

"Espero que no haya más intentos porque no me gustan, es mi carácter y mi forma de entender la vida y creo que no merezco más que lo que tengo: esa es la recompensa y todo lo demás se me viene grande", ha señalado. "No necesito una estatua y quizás no les doy el mismo valor, pero si lo quieren hacer, que lo hagan", ha añadido.

''DESPACITO'', EL ''NO SINGLE''

Preguntado sobre Teddy Bautista, expresidente de la SGAE, ha reconocido que fue un músico que a el le "enseñó muchas cosas de estudio" y que, tras varios años sin verlo, desconoce qué ocurrió en ese periodo. "Estoy despistado de lo oficial, son movidas que no entiendo y, en cualquier caso, me parece infame que se gaste el dinero en quien no se lo merece", ha añadido.

A modo de anécdota, Rosendo ha recordado cómo el primer single del disco se iba a llamar ''Despacito'' --la canción comienza con esta palabra--, si bien un día que estaba esuchando la radio se dio cuenta del "error". "Cuando escuché la canción (de Luis Fonsi) me di cuenta que me acababan de joder la mía", ha concluido en un tono jocoso.