El bailarín y coreógrafo Víctor Ullate ha criticado hoy la falta de respaldo a la danza de las instituciones públicas en España, que ha tachado de "desilusionante" y ha dicho que lleva a que los mejores artistas acaben por marcharse a otros países donde son más valorados.

Prueba de ello es, según Ullate, que, mientras "ningún bailarín de la Ópera de París, del Covent Garden de Londres o de cualquier ópera de Europa se va, porque están muy orgullosos de pertenecer a esos teatros, en España los bailarines tienen que irse, porque no los consideran".

"Solamente los consideran cuando se han ido", ya que es entonces cuando dicen "Ñay!, mira, fulanito está en aquel teatro, Ñqué orgullo para España!, en vez de pensar que el orgullo sería tenerlos aquí, tener un buen cuerpo de baile, como pasa en otros países", ha apostillado el veterano coreógrafo, si bien ha hecho votos por que la situación llegue a mejorar en el futuro.

Víctor Ullate espera que, aunque él "ya no lo vea, las cosas cambien, que haya teatros con un buen cuerpo de baile, con una buena orquesta, con un buen coro, que no haya teatros fantasmas, vacíos", como ocurre con muchos de los que existen en el país en la actualidad.

Sus críticas han sido secundadas por Eduardo Lao, director artístico de su compañía, que ha sostenido que en España "demasiado éxito tiene la cultura para el poco apoyo que tiene".

Ejemplo de esa falta de apoyo es, según ha expuesto, que "la Compañía Nacional de Danza de España sigue siendo la única europea que no tiene un teatro", cuando "todas las compañías nacionales de cualquier país tienen un teatro".

Pero el hecho de que "la Compañía Nacional de Danza sigue flotando en el aire, sin un teatro", no es, a su entender, la única muestra de esa ausencia de compromiso con el arte, ya que en el país tampoco hay ayudas para los alumnos de disciplinas como el ballet, ni en lo económico ni en lo que se refiere a ofrecerles facilidades para compatibilizar sus estudios con sus vidas de niños o jóvenes.

Puesto que -ha argumentado- "en cualquier sitio, en Francia, en Inglaterra, en Alemania hay sistemas de estudios adaptados a niños con unas necesidades distintas" como los alumnos de ballet, que, por ejemplo, precisan practicar por las mañanas para aprovechar que están más frescos y vigorosos entonces, e ir a clases para aprender otras materias por las tardes.

Algo que ha destacado que sí ocurre en lugares como París, donde existen centros educativos en los que se combinan las enseñanzas artísticas con las tradicionales, como las matemáticas o la lengua, y hasta con clases de idioma francés para los alumnos llegados del extranjero.

Hasta el punto de que esa oferta integral ha hecho que alguno de los pupilos más aventajados del propio Víctor Ullate haya abandonado su academia para irse a Francia al invitarle a hacerlo coreógrafos de aquel país, según ha recordado su maestro.

Víctor Ullate ha querido reafirmar, en cualquier caso, su apuesta por seguir trabajando en su país, donde "se hace lo que se puede" y no renuncia a la aspiración de conseguir que mejoren las cosas poniendo todo lo posible de su parte.

Esa determinación le ha llevado, de hecho, a idear un proyecto de "escuela de danza integral" que ha presentado a las autoridades con ánimo de recabar apoyos para la iniciativa, ha subrayado, si bien Eduardo Lao ha aclarado que no saben cuándo podrá hacerse realidad, si "en dos años, en ocho o en diez".

Víctor Ullate y Eduardo Lao han hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas en Las Palmas de Gran Canaria, al presentar dos funciones de su nuevo montaje de "El amor brujo" que se pondrán en escena hoy y mañana en el Teatro Cuyás.