Los recuerdos a la figura y obra de José Rodríguez Ramírez, coincidiendo con el tercer aniversario de su fallecimiento, estuvieron presentes ayer en el fallo del XLVII Premio de Periodismo Leoncio Rodríguez y el XLIV Premio de Investigación Histórica Antonio Rumeu de Armas, que terminó reconociendo los trabajos presentados por Pablo Jerez Sabater -"La bala que silenció a Guillemo Ascanio"- y Sergio Afonso Díaz -"Los cuatro tripulantes que Magallanes tomó en Tenerife en el primer viaje alrededor del mundo"-. Los trabajos llamaron la atención del jurado por la calidad de los textos, la claridad con la que se exponen los hechos y el rigor y exaltación histórica de dos sucesos que no han sido reconocidos en su justa medida.

Mercedes Rodríguez Rodríguez, directora y editora de EL DÍA, fue la presidenta de un jurado compuesto por José Moreno, director de contenidos de EL DÍA, y Jorge Espinel, subdirector del periódico EL DÍA, que ejerció las funciones de secretario con voz y voto, además del catedrático de la Universidad de La Laguna, escritor y político Juan Manuel García Ramos; el periodista, escritor y expresidente de la Academia de Bellas Artes San Miguel Arcángel, Eliseo Izquierdo; el historiador y profesor de la ULL Pedro Bonoso; y el periodista, escritor y Premio Nacional de Periodismo Cultural Juan Cruz Ruiz, quien emitió su veredicto por teléfono al no poder asistir a la reunión de deliberación de los galardones que concede el Grupo de Comunicación EL DÍA.

Mercedes Rodríguez Rodríguez quiso transmitir su felicitación a los galardonados por "la elaboración de dos trabajos que se adaptan a la filosofía de unos premios tan prestigiosos", añadiendo que "en un día tan emotivo es importante destacar la labor realizada por mi padre en la defensa de unos valores que van a seguir siendo una apuesta de futuro por parte de EL DÍA. Igualmente, quiero destacar el nivel del resto de los trabajos que se presentaron a unos premios que son un gran referente en este archipiélago".

Para el historiador Pablo Bonoso, el trabajo que presentó Sergio Afonso Díaz "está muy bien articulado y estructurado. Además, es de destacar su gran paciencia investigadora". En ese punto, precisamente, Juan Cruz Ruiz incidió en que "el asunto merece el premio por descubrir un hecho al que no se le ha dado el reconocimiento que se merecía, es decir, que es un trabajo que pone de relieve que Canarias era un enclave especial porque para descubrir el nuevo mundo había que hacer escala en Canarias", valoró el Premio Canarias de Literatura 2000.

García Ramos, al igual que sus compañeros del jurado, enfatizó el hecho de que Jerez Sabater se aventurara a escribir de un personaje que sigue siendo un desconocido. "Está bien estructurado y su lectura es interesante porque toca algunos aspectos que permiten conocer un poco mejor a un personaje del que existe alguna referencia a partir de un trabajo realizado por Eladio Méndez Ascanio", recordó el catedrático, antes de puntualizar que la investigación de Afonso Díaz "pone de relieve el papel tan decisivo que tuvo este archipiélago en las rutas marítimas que desarrolló Magallanes".

Eliseo Izquierdo, por último, felicitó a los ganadores por exponer dos sucesos de forma "directa y limpia". "Son dos trabajos con un gran rigor periodístico e histórico que manejan acertadanente el lenguaje", incidió, al tiempo que dejó claro "que la investigación sobre la presencia de unos canarios en la primera vuelta al mundo de Magallanes es magnífica".

Sobre la concesióna Jerez Sabater del Premio de Periodismo Leoncio Rodríguez, el cronista oficial de La Laguna destacó que "la puesta en valor que se realiza de un personaje de gran significado durante la Guerra Civil por su condición de defensor de la libertad, de los valores sociales y, sobre todo, de unos posicionamientos democráticos", enumeró Izquierdo en su último análisis.

Un revolucionario gomero y cuatro aventureros canarios

Pablo Jerez Sabater considera que es de justicia recordar el espíritu guerrillero de Guillermo Ascanio, mientras que Sergio Afonso Díaz pone luz sobre el papel que tuvieron los tripulantes isleños en la primera vuelta al mundo que completó Magallanes.

El artículo que le dio a Pablo Jerez Sabater el XLVII Premio de Periodismo Leoncio Rodríguez, publicado en el suplemento La Prensa el 30 de julio de 2016, arranca de forma arrebatadora. “GuillermoAscanio Moreno (1907-1941) tuvo la suerte de nacer en una isla que llevaba la revolución en la sangre”, escribió el licenciado en Historia delArte por la Universidad de Sevilla para introducir a los lectores en una vida en ebullición. En “La bala que silenció a Guillermo Ascanio” se exalta el carácter agitado de un joven formado como ingeniero industrial en Alemania, que regresó a España para alistarse como voluntario en las milicias republicanas. “Setenta y cinco años después de ser fusilado en el cementerio delEste de Madrid su nombre aún suena a revolución y a libertad”, sostiene el especialista en Arte Español Moderno por la Universidad Pablo de Olavide. “Era un hombre que nunca se puso mordaza”, cuenta el autor de una composición periodística que especula con la posibilidad de que “podría haber sido el protagonista de los célebres versos de su paisano y socialista represaliado Pedro García Cabrera”. Jerez Sabater destaca la importancia que tuvo una voz que a los 23 años fundó las Juventudes Socialistas de La Gomera. GuillermoAscanio, que participó en el reclutamiento del batallón Canarias, que era una unidad de voluntarios izquierdistas y antifascistas reclutada entre oriundos de las Islas desplazados en la Península, concretamente en la zona leal a la República. “Es de justicia destacar una figura que ha pasado sin mucho protagonismo por la historia reciente de este archipiélago”, reivindicó el galardonado, quien, a su vez, agradeció la confianza depositada por los miembros del jurado en este trabajo. Con un final en el que Guillermo Ascanio enumera cada una de las “trampas” que puso a sus enemigos, Pablo Jerez Sabater elige una frase para cerrar un artículo corto, pero preciso. “Ahora, hagan lo que quieran”, sostiene el hombre que se enfrenta a la bala que lo silenció para siempre lejos de su tierra natal.

Poner en valor la incidencia que tuvieron las Islas en las empresas marítimas encabezadas por Magallanes fue el primer motivo que encontró Sergio Afonso Díaz para iniciar la investigación que acabó dando forma a “Los cuatro tripulantes que Magallanes tomó en Tenerife en el primer viaje alrededor del mundo”, un artículo publicado en La Prensa el 11 de marzo de 2017 que ayer le dio el XLIV Premio de Investigación Histórica AntonioRumeu de Armas. “Desde el principio tuve claro que era un tema poco estudiado pero, sin embargo, muy importante. Sobre todo, si lo ponemos en la misma línea de lo ocurrido con las rutas colombinas. El nombre de Magallanes está en alguna plaza perdida o en una calle secundaria de este archipiélago, pero el de Colón está asociado a la Isla Colombina, o tiene dedicada una casa museo en Las Palmas, con una de las mejores bibliotecas de Canarias, expone Sergio Afonso, que realizó su trabajo de fin de grado en Historia en torno a "Antecedentes y consecuencias del primer viaje alrededor del mundo 1519-1522". Afonso Díaz, que no sabe calibrar el tiempo exacto que dedicó a esta investigación, sostiene que “somos tres o cuatro locos los que seguimos rebuscando entre las aventuras marítimas de Magallanes”, adelanta sobre un trabajo que se complementó con unos documentos consultados en el Archivo General de Indias. “Contar la gesta y ver la incidencia que tuvieron los canarios que se embarcaron era una de las prioridades, pero también un estímulo para que otros se sumaran a la investigación sobre un acontecimiento que merece mucha más atención”, censura el también diplomado en Ciencias Empresariales y GraduadoSocial por la Universidad de La Laguna. “Se especuló mucho sobre si eran canarios o guanches, pero lo importante era poner la atención sobre estos cuatro tripulantes –tres de ellos fallecidos– en un periodo de la historia en el que Portugal estaba muy interesada en hacer fracasar empresas de este tipo porque quería seguir teniendo el monopolio de las especias”.