Juan Cruz Ruiz dio una pista clave para entender el universo de Leonardo Padura. "Él necesita oír hablar para contarlo", dijo el Premio Canarias de Literatura 2000 en la línea de salida del diálogo a tres bandas que se abrió el pasado viernes en la Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz - TEA. "Esa es una cualidad que aprendí de mi madre, que era una señora que hablaba mucho y a la que yo escuchaba con atención. Mi padre, en cambio, era más reservado", reveló el hijo de Nardo y Alicia en el transcurso de una de las citas estelares del Festival Atlántico de Género Negro en la que también participó el periodista y crítico local Eduardo García Rojas.

Él fue quien hurgó en el gran sueño irrealizable del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015. "Yo quería ser jugador de béisbol, pero cuando tuve la certeza de que no iba a lograr ese objetivo me propuse hacerme cronista deportivo. Era la manera más sencilla de seguir cerca de un deporte que ha sido vital en mi vida... El béisbol me enseñó a competir. Me dio la fuerza que se necesita para tener algo de fortuna en el mundo de la literatura", dijo el creador de la saga de Mario Conde antes de ratificar a los asistentes -la afluencia desbordó las mejores previsiones y se escucharon algunas voces que censuraron el lugar elegido y los problemas de sonido- que tampoco pudo ejercer la prensa deportiva. "En Cuba todo se hace de forma racionada y el año que yo quería entrar a la universidad para empezar a estudiar periodismo alguien decidió que había demasiados cronistas deportivos y se cerró el cupo. Esa fue la causa por la que acabé estudiando Filología", rescató el autor de "Máscaras".

El Padura universitario tuvo que cumplir un doble reto. "El primero era aprobar las asignaturas y el otro ponerme al nivel lector de mis compañeros. Yo aún no había leído Cien años de Soledad y necesitaba recuperar ese terreno", confesó Leonardo.

"Fueron dos carreras en una", incidió el autor nacido en la localidad habanera de Mantilla. El invitado, ya sin la bufanda roja con la que llegó al acto, construyó frases que estaban repletas de anécdotas y nombres. En una de ellas no tuvo más remedio que admitir una compra que acabó rentabilizando. "Este es un oficio en el que estás mucho rato sentado y en el que de vez en cuando tienes que salir a la calle. El gran problema es que si salía tardaba en regresar a casa porque todo el mundo conocía al hijo de Nardo y Alicia, el escritor... ¿Saben cómo lo solucioné? Me tuve que comprar una andadora estática", afirmó entre las risas de una audiencia entregada al creador.

Su mirada generacional, las crónicas sociales que inundan sus historias, las lecturas que condicionaron su vida... Todas esas claves las "desnudaron" Juan Cruz y Eduardo García Ramos en un interrogatorio del que Leonardo salió ileso. "Carpentier estaba convencido de que un escritor no debía mostrar en público sus influencias literarias porque se le podían ver las costuras", sostuvo en una de sus reflexiones tras anunciar una primicia. "La última novela de Mario Conde la va a escribir él", dijo del investigador que siempre aspiró a ser escritor. Eso sí, el narrador dejó claro que "no voy a permitir que Conde escriba 40 o 50 páginas malas. Eso no va a pasar nunca, es decir, que al final la voy a tener que escribir yo", concluyó.

Leonardo Padura

Premio Princesa de Asturias de las LETRAS