El retrato español del siglo XIX está muy bien representado en la exposición "El mundo de los Madrazo", que también acoge algunas escenas familiares. La muestra se inauguró ayer en el Espacio Cultural de CajaCanarias en Santa Cruz, donde permanecerá abierta al público con entrada libre hasta el próximo 17 de junio.

La colección reunida, integrada por ochenta pinturas, la mayoría óleos sobre lienzo y algunas sobre tabla, pertenece a la Comunidad de Madrid, que se hizo con ella tras una dación en pago de impuestos realizada por los descendientes de dicha familia, en la que despuntaron cinco artistas muy influyentes en el ámbito decimonónico.

También se exhiben ocho instantáneas, "La seda rota", del fotógrafo Juan Manuel Castro, Premio Nacional de Fotografía 2015, en las que recrea la atmósfera de un espacio que recuerda a sus habitantes, además de reflejar cómo se encontraban los cuadros tras el desmantelamiento de la casa en la que estaban depositados.

La muestra fue presentada por el presidente de la Fundación CajaCanarias, Alberto Delgado, quien resaltó cómo los Madrazo engrandecieron el retrato fuera de nuestras fronteras, además de revitalizar la pintura española. También indicó que algunas obras de estos autores formaron parte de actividades que organizó CajaCanarias con el Museo del Prado, como "Retrato español" (2010) y "Los objetos hablan" (2015).

El subdirector general de Bellas Artes de la Comunidad de Madrid, Antonio J. Sánchez, aplaudió la colaboración entre ambas instituciones y destacó que "El mundo de los Machado" es producto de la dación personal de una de las dinastías más importantes del arte español. Son ochenta y cuatro óleos, dibujos y cierta documentación del Museo del Prado que ayuda a la comprensión de la época.

Asimismo, se refirió a que la colección, que ha sido exhibida en Nueva York, Roma, Barcelona y varias ciudades polacas, entre otras, se inscribe en el ámbito íntimo de una familia de pintores que ejercieron altos cargos gracias a su directa relación con la aristocracia y la burguesía madrileña.

El director de la acción Cultural de la Fundación CajaCanarias, Álvaro Arvelo, se refirió a los talleres didácticos de la Fundación, por los que han pasado más de doce mil escolares, cuyo fin es conectar la mirada de los escolares con la pintura.

Por su parte, el comisario de la muestra, Carlos Delgado, aclaró que su tesis doctoral versó sobre Federico de Madrazo Kuntz (1825-1894), hijo del patriarca de la dinastía José de Madrazo Agudo.

Este experto en los Madrazo explicó que la exposición se ha montado con criterios pedagógicos y cronológicos con la intención de que los visitantes vean la evolución de esta familia a través de sus retratos, como ocurre por ejemplo con María Teresa de Madrazo, además de la transformación de los estilos de cada uno de los cinco creadores.

Delgado, que conoce al dedillo la historia que encierra cada uno de los cuadros, incluidos los bocetos u obras inacabadas, ofreció una visita guiada en la que ofreció exhaustivas explicaciones sobre su contenido y significado histórico.

José de Madrazo fue director del Museo del Prado, introductor en España del neoclasicismo y pintor de cámara con Carlos V, Fernando VII, María Cristina e Isabel II. De él se incluyen un pequeño retrato de "La reina gobernadora María Cristina de Borbón", "Obras en el Museo del Prado" o un boceto de la "Duquesa de la Victoria".

Federico de Madrazo, que también fue director del Museo del Prado, exponente del romanticismo español y de los pintores nazarenos, está presente con títulos significativos como "Luisa, Rosa y Raimundo de Madrazo Garreta, hijos del pintor", en la que rompe con el romanticismo y entra en el realismo. También es importante "La inspiración o el sueño del artista", en la que introduce un desnudo, tema no bien visto en la época.

De Luis de Madrazo Kunt hay un retrato oficial de "Isabel II", vestida de corte, con bandas, cruces y joyas, uno de los veintiocho oficiales de la monarca, o "Los niños Madrazo jugando", un óleo en el que puso como fondo un paisaje poblado de casas de campo de la época, o la de su mascota "El perrito Chopete", entre otras.

También se dan a conocer trabajos de Raimundo de Madrazo Garreta, como "José Picón" , y de su hermano Ricardo, que fue discípulo de Mariano Fortuny.