La literatura encierra ese poder de trasladarnos, a través de la palabra, hacia mundos imaginarios, recrear fantásticos seres, construir espacios idílicos y, desde un renglón pedagógico, también es capaz de activar la magia de la lectura y ayudarnos a vencer los miedos.

La escritora cubana Lina Leiva Méndez (Morón, 1964), que ha visto publicadas siete obras de literatura infanto-juvenil, más otra que va en camino, "mi particular tesoro", dice, se presentó ante los pequeños del curso de 1º B del CEIP Tomé Cano de Santa Cruz de Tenerife con sus anteojos, una sonrisa ancha, un recitado pausado y claro y el espíritu aún vivo de aquella niña que se extasiaba en el jardín de su casa de Cuba observando el vuelo de las mariposas.

Invitada por la profesora Begoña Gutiérrez, y como parte de la actividad de animación a la lectura, Lina vivió la mañana del pasado viernes un día especial en compañía de menudos de entre 6 y 7 años, "una experiencia fantástica", afirma, que para ella representó el reto de acercarse a otra cultura.

Los textos que desgranó pertenecen a su obra "¡Ay, qué miedo!", donde una lechuza refranera (animal de mal agüero en el imaginario cubano) alerta de los peligros que acechan en ciudades habitadas por lobos, brujas, dragones (suspiros sobrecogidos), ogros o el chichiricú, duende con apariencia de mono de ojos saltones.

En un ejercicio donde los pequeños, siempre participativos y atentos, se integraban en el relato, la escritora fue desquitando miedos y añadiendo a cada lugar los detalles que sugerían las voces chiquitas, desde colores (rojo, rosa, verde), hasta parques, árboles, flores, mariposas, casas, colegios, tiendas, un campo de fútbol, ropa, comida, amigos, diversión...

Cada ciudad contaba con su particular poema y de colofón, la profesora Begoña y la escritora abrieron una caja que contenía chupa chups que ofrecieron de regalo.

Con acento emocionado, Lina recitó un soneto del libro que está a punto de salir a la luz. Dice así:

"Hijo, quiero invitarte si regreso

a conquistar juntos alguna

estrella/

y recorrer luego la casa aquella

donde sigue oculto mi último

beso./

Hijo, con tu mano abriré el

camino,/

nos iremos a descubrir la tarde

bastante cerca donde el sol me

arde./

Hijo, quiero que leas mi destino.

Llegarán mariposas a la albahaca,

allí quiero llevarte y me sonsaca

la niebla casi triste en su

acertijo./

Terminaremos de poner la

hamaca/

y cuando amanezca de regocijo

llevaré a mi lecho tus manos,

hijo"/.

Una idea de los temas que trata esta autora se refleja en "Mensaje al infinito", cuento que dice:

"Los guardacostas se acercan. Pasan los binoculares de mano en mano. Observan a un niño agitando una gorra.

- ¡Mamá, mamá, despierta, ya nos encontraron!

Ella intenta decirle algo. No lo logra. Daniel la abraza llorando.

El barco llega. El niño tiembla. Su piel es frágil y sus labios resecos sangran.

Desde el barco guardacostas, el pequeño grita un mensaje al infinito.

Daniel ya no habla español. De su pasado solo recuerda un mar tormentoso y cruel."

Otra de sus obras, "Las barcas de cristal hacia el infinito", recoge cuentos cortos que abordan problemas actuales de la sociedad, las inquietudes de los adolescentes. "Las barcas de cristal son una alegoría de las botellas vacías de ron que el hijo de un padre alcohólico decide un día lanzar al mar, en su intento de verlas como barquitas de cristal que navegan al infinito".

Lina Leiva Méndez ha publicado los cuadernos de poesía para niños "Grande como el viento", "Cascabeleos", "La noche dónde está" y "¡Ay, qué miedo!", más la antología "¡Adelante, compay grillo!", todos por Ediciones Ávila.

Por la editorial Gente Nueva publicó en el 2010 su libro de cuentos "Las barcas de cristal", premio La Edad de Oro, 2009. También obtuvo mención en el Concurso Nacional Eliseo Diego con el libro "Estoy poniendo la hamaca". Ha publicado poemas y cuentos en revistas digitales españolas. En el 2014, "Las barcas de cristal" apareció en ediciones del Litoral (Rosario, Argentina) y "Las barcas de cristal hacia el infinito" también en Gente Nueva.

Cuenta con diferentes premios y distinciones. Sus cuentos aparecen en antologías y algunos de sus poemas se han musicalizado.