El veterano Miguel Ríos considera que para la gente de su generación "el equivalente a la penicilina para las enfermedades infecciosas" porque la sociedad "se vio abocada a un cambio de actitud, a la aceptación de nuevas modas, de un nuevo paradigma comunicacional".

Todo ello, generó "una forma nueva de contarlo en primera persona" y les convirtió en "la generación ruptura", dijo Ríos, de 72 años, que grabó su primer trabajo en 1962, en plena dictadura de Francisco Franco.

Ha sacado más de 50 trabajos discográficos y en 2010 inició una gira de despedida, a la que llamó "Bye, bye Ríos", con la que se despidió de los grandes tours. Pero ha mantenido colaboraciones puntuales y ha dado pequeños conciertos.

"Deja las giras, deja los vicios, tantos placeres y sacrificios", recuerda el rockero que rezaba la letra de aquella canción, "Bye, bye Ríos".

Ríos mata el gusanillo de vez en cuando y así lo ha hecho con la gira "El gusto es nuestro. 20 años" que le llevará junto a Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel a Medellín el 16 de febrero y a Bogotá dos días después en una turné que conmemora la que hicieron hace dos décadas.

Ahí también tiene su espacio el rock, que "es la pieza que hace que surja la fiesta" como "elemento dinamizador del concierto".

"El rock ha sido para nosotros una música transversal, a lo mejor para otros ha sido más la francesa (en el caso de Serrat) y la mía más sajona, pero digamos que en ese sentido el público que viene espera oír unos cuantos ''rock and rolls''", aseguró.

Ese género y esa ruptura que protagonizó y lideró con el rock considera que hizo que "la juventud se convirtiera en un valor tangible y vendible en los grandes almacenes".

"Nos inventamos una música que ahora es clásica. Los del (siglo) XVII y XVIII eran los modernos en su época e intentaban hacer una cosa que no tuviera que ver con el pasado", destacó Ríos.

Para el español, los rockeros se han convertido en "clásicos" porque se mantienen en una música "que tiene un relato al contar la existencia de una forma u otra".

"Bruce Springsteen seguirá siendo un joven modernísimo al lado de (el nuevo presidente de EE.UU. Donald) Trump. Para él será el diablo, será como el ángel exterminador. Es que la historia ha ido para atrás", apostilló.

El cambio musical que se ha vivido y ha dejado en un segundo plano al rock se debe en su opinión a que "ha habido elementos que facilitan que la música para idiotas se siga con mucha mas facilidad".

Pese a que Ríos no quiso poner ejemplos de ese género, observa que hay "gran cantidad" de artistas a los que se tiene más acceso a través de internet y que son "de usar y tirar".

"El rock sigue siendo una música de valores. En un mundo donde los valores están totalmente pasados de moda, tiene algo más", añadió Ríos.

"La putada es que los (miembros del) neoconservadurismo o nuevo liberalismo son los dueños de los medios en general, los que tienen posibilidad de influir a esos dueños de medios la cultura se la trae floja", subrayó sin tapujos.

En su opinión, a esos magnates de los medios "no les interesa tener ciudadanos cultos y con criterio", porque eso les "hace pensadores y pensar no es muy conveniente para la masa según ciertos criterios".

En esa pugna a la que se suma en pro de la cultura y el arte para todos, asegura que son básicos "para la evolución del ser humano" que sería imposible sin que haya vivido gente como los autores de "Cien años de soledad" -Gabriel García Márquez-, o de "El ruido de las cosas al caer" -Juan Gabriel Vásquez-.

Y en ese contexto, "¿qué papel juega internet?", "es solo una herramienta y es muy fácil perderse", concluye el rockero.