Como si el día más importante de la vida de dos personas llegara cada jornada, Itahisa García y Sergio López bocetan trajes de novia, marcan patrones de vestidos de fiesta y bordan cuerpos femeninos en Amarca desde hace 10 años. La casona antigua que acoge la tienda-taller se ubica en La Orotava -calle Calvario, 42-, de donde no pretenden salir, aunque la diseñadora reconoce que "el taller se nos hace pequeño, estamos trayendo nueva maquinaria y queremos aumentar nuestra plantilla de trabajadores", lo que les ha obligado a ampliar sus instalaciones en un local próximo que promete tener el mismo carácter "romántico, sensual y joven".

Con un proyecto ambicioso, para el año que entra, y puntos de venta repartidos por todo el territorio español -Andalucía, Madrid, Galicia, Barcelona, Extremadura, Castilla-La Mancha...-, la atención está puesta en la expansión internacional. Es López quien echando la vista atrás se sonroja con los resultados obtenidos y explica que "el desarrollo económico ha ido a la par que la firma iba creciendo".

El trabajo artesanal, que parte de 52 prototipos anuales -40 de la colección y 12 de la colección crucero-, se produce en el taller donde Itahisa, con esmero y cuidado, borda cada perla, cada gema o algún volante, mientras Sergio sugiere el tono exacto que precisa cada uno de los tejidos que sobre el tablero Mercedes marca para cortar. Las telas que han adquirido en las ferias más selectas, darán forma a las prendas que llegarán a las exposiciones más exigentes. La firma ha crecido en un 60% tras participar en eventos del sector textil tan importantes como MOMAD Metrópoli o Costura España, oportunidad que les llega desde Tenerife Moda "sin ellos Amarca no sería lo que hoy es", puntualiza López con la mirada puesta en un futuro próximo. "Queremos industrializar la firma... pero jamás -advierte- vamos a perder la esencia".

Son ellos mismos los que reconocen que "el esfuerzo tiene recompensa" y de ahí los resultados que se traducen en siete empleados fijos, reforzados con trabajadores temporales y estudiantes. "Defendemos el trabajo que se hace en Canarias y, en este caso, en Tenerife", apunta García. Los dos jóvenes empresarios prácticamente han duplicado la producción en tan solo un año. En 2015 fabricaron cerca de 200 prendas, cifra que en 2016 asciende a más de 360, gracias, según dicen, al trabajo de un gran equipo que, sumado a importantes inversiones, ha hecho que las números sean muy buenos.

Inspirados en una mujer moderna, a la vez que elegante y sofisticada, no dudan en exponer las razones que les han llevado a que cada uno de sus diseños sea una joya. "La clave del éxito está en la constancia, en el trabajo y en la perseverancia", comenta Itahisa mientras Sergio no pierde de vista que el objetivo de la firma es " seguir avanzando, pasito a pasito. Nuestra mejor colección -apostilla- es la humildad".

Con el cuidado de cada diseño, corte y puntada muestran seguridad con su producto final -"estamos tranquilos con nuestros acabados; tenemos certificados de calidad que constatan que son exquisitos"-, sin perder de vista que la mujer -de cualquier edad- seguirá siendo la protagonista de cada prenda que nace de su trabajo diario.

las cifras

360 piezas, incluso más, ha elaborado la firma de Itahisa y Sergio en 2016.

52 prototipos -cuarenta de colección y doce de crucero- fabricados al año.

Siete empleos fijos, reforzados con trabajadores temporales y estudiantes.