Tres meses después de la destitución de Candelaria Rodríguez como directora y programadora del Festival de Música de Canarias, la consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Ejecutivo Regional, María Teresa Lorenzo, junto al nuevo coordinador, Nino Díaz, daba ayer a conocer en rueda de prensa las líneas maestras de la que se considera la cita cultural más relevante de cuantas se celebran en el Archipiélago.

El festival, que tendrá lugar desde el 7 de enero al 5 de febrero de 2017, viene marcado por un cambio de modelo. A propósito, la consejera subrayó que esta edición, donde "la extensión es clave", con 83 conciertos, la participación de 603 artistas, actuaciones en las ocho islas y amplitud en variedad y estilos, en la idea de captar a un público más numeroso, supone un "giro", en cuanto a lo que se venía programando anteriormente.

La consejera resaltó el repertorio español y latinoamericano y las diferentes épocas y estilos, que abarcan desde el siglo XVI hasta la música contemporánea, incluyendo por primera vez en la historia del Festival la presencia de las bandas de música de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife y la actuación conjunta de las dos grandes formaciones sinfónicas de las Islas.

El "plato fuerte", explicó Nino Díaz, lo representan, precisamente, estos dos conciertos que el 13 y el 14 de enero ofrecerán las dos grandes orquestas canarias, que actuarán, bajo la dirección de José Pons, junto al Coro de la Filarmónica de Gran Canaria, el Coro de la Ópera de Tenerife y el Coro Filarmónico Eslovaco.

El coordinador el Festival explicó ayer, a propósito de la programación, que no le parece "justo ni conveniente" destinar el 70% del presupuesto del festival, que este año asciende a 1.300.000 euros, a traer a una sola orquesta, como el caso de la Sinfónica de Chicago. En este sentido, señaló que existen formaciones "buenísimas" cuyo caché es la mitad que el de la de Chicago y señaló que de lo que se trata es de optimizar los recursos.

Uno de los objetivos es atraer y recuperar patrocinadores privados, con el fin de incrementar el presupuesto.

Nino Díaz no esconde que el abonado tradicional del Festival puede llegar a sentirse "incómodo" y que habrá voces "discordantes" con la programación, pero sostiene que los cambios se han realizado pensando en el común , "con el objetivo de ganar público y en ningún caso restar".

Lo que se pretende es perfilar "un festival diferenciado de otros eventos europeos", ya que hasta ahora se ha venido repitiendo el mismo modelo de otros países del continente, además de subrayar que "no debemos volvernos locos" buscando grandes figuras, cuando "las tenemos aquí", en referencia a la calidad de los intérpretes, tanto españoles como canarios.

"No queremos que se vaya nadie, sino que vengan", reiteró el coordinador, quien defendió la participación de las bandas de música de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. A propósito, Nino Díaz recordó que de su participación se lleva hablando desde hace más de 20 años, desde los tiempos de Rafael Nebot, y ante las críticas que pueda provocar su participación afirmó que no van a tocar "un pasodoble", sino también un repertorio sinfónico.

"Hemos vivido un poco de espaldas a la realidad", remarcó Díaz, al precisar que las bandas forman parte del escenario musical de las Islas y que en el caso de Tenerife hay tantas como en Valencia.