Como el argumento de un drama lírico, Candelaria Rodríguez Afonso (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) se ha visto obligada a abandonar su papel como directora del Festival de Música de Canarias, responsabilidad que ha venido asumiendo a lo largo de los últimos siete años.
En sus palabras se percibía un tono amargo: “Estoy decepcionada”, decía, y sumida además en “una profunda tristeza”, confesaba tras el anuncio de un cese que considera profundamente injusto.
“Me parece una gran traición”, manifestó Candelaria Rodríguez, quien no termina de entender que se prescinda de sus servicios cuando se admite, y no le sorprende que así sea, su profesionalidad y la labor que ha venido desarrollando al frente de la dirección de la que supone la cita cultural estable más relevante de cuantas se celebran en el Archipiélago.
A propósito, esta musicóloga y gestora cultural subrayó que “siempre he tratado con respeto, transparencia y aprovechamiento los recursos de la ciudadanía canaria” y ahí quedan patentes los excelentes resultados de su gestión, tanto en lo económico como en lo artístico.
Candelaria Rodríguez accedió al cargo en julio de 2009, tras el cese del arquitecto Juan Mendoza, elegido en 2007 después de un concurso público convocado por la entonces responsable de la Consejería de Cultura, Dulce Xerach Pérez.
Yaunque se dijo entonces que venía a cubrir la vacante de una manera transitoria, hasta que se eligiera un nuevo responsable mediante concurso, lo cierto es que Candelaria Rodríguez Afonso se mantuvo desde 2007 hasta el día de ayer.
Esta violinista, licenciada en Musicología y Ciencias del Teatro por la Universidad de Viena, que realizó posteriormente el Master of Advanced Studies en Gestión Cultural, desarrolló casi toda su carrera profesional en la capital austriaca, con una estancia de varios años en París.