Una simple reunión, más allá del carácter informal que se le quiera dar, o hasta una entrevista periodística -como sucede en este caso-, requieren ciertas pautas protocolarias y organizativas en cuanto a establecer, por ejemplo, día, hora y lugar del encuentro, así como las condiciones y características que deben rodear cada cita en función de su naturaleza: un clima adecuado.

Si acudimos a las definiciones, protocolo se entiende como "el arte de hacer las cosas bien", según el experto Pablo Batllé, o "la educación reglamentada", en palabras de Sabino Fernández Campo (el fallecido secretario general de la Casa de Su Majestad el Rey Juan Carlos I). En definitiva, basta con poner en práctica los códigos que aconsejan la corrección y aplicar la elegancia, la naturalidad social: el saber estar.

Ahora bien, como en todo, para cumplir lo que establecen las normas protocolarias, tanto en el ámbito de lo público como en lo privado, se hace necesario contar con el asesoramiento de especialistas capaces de interpretar qué es lo que requiere cada momento y situación, ya sea en lo que se refiere al tratamiento de las personas, en función de títulos nobiliarios, cargos o responsabilidades; su correcta ubicación en un acto o ceremonia; la jerarquía de intervención en cuanto a los turnos de palabra; la indumentaria aconsejable; la ubicación de las banderas; la disposición de los comensales; el montaje de las mesas, etc.

Cristina Cabero Soto (Oviedo, 1971) advierte cómo, de un tiempo a esta parte, el concepto de protocolo se pronuncia con "un sentido peyorativo", lo que a su juicio supone un error, y cómo de forma generalizada se está asociando el término y lo que representa con algo "anticuado y engorroso" y, por lo tanto, prescindible.

En opinión de esta experta en protocolo y ceremonial del Estado nacional e internacional, autora de un conjunto de publicaciones sobre esta disciplina, como el que estos días presenta en la Isla, "Normas de protocolo en restauración", esta disciplina representa "una herramienta de organización y un instrumento social" que procura una serie de normas comunes de convivencia, ya sea en palacio, en una cita de negocios como también en un acto de carácter político o público.

A propósito, el alcalde del municipio de Arafo, José Juan Lemes -presente en la entrevista-, apuntaba con criterio el hecho de que las pautas protocolarias se equiparan al "código de circulación".

Lo cierto es que, a pesar de estos argumentos y siendo Canarias una potencia turística, el protocolo no figura entre las disciplinas que se imparten en las escuelas de hostelería. "Es imprescindible que una asignatura así se incorpore a los planes de estudios con un carácter anual", sostiene Cristina Cabero. Y este principio lo hace extensivo a los empresarios de hostelería y restauración.

El edil de Arafo consideraba que otro tanto debía aplicarse a los políticos. "No basta con que aprendan idiomas, sino también que manejen ciertos conocimientos de protocolo". Acaso de esta manera, por encima de vanidades y protagonismos, empujones y codazos en busca del mejor encuadre en la foto, se evitarían malosentendidos y situaciones vergonzantes.

Cristina Cabero incidió en la "invisibilidad", valor de un buen jefe de protocolo, y la "mano izquierda" o arte de la diplomacia para superar ya que el protocolo representa "un elemento vivo, como la propia sociedad" y cómo, poniendo un símil con el vino, se ha ido "decantando" a lo largo de los siglos. "Ha sabido evolucionar con los tiempos y los diferentes usos sociales haciéndose flexible y adaptándose a las circunstancias. En definitiva, las pautas de protocolo representan la aplicación del sentido común".

En este sentido, la experta pone diferentes ejemplos, como el que aconseja que alrededor de una mesa no se hable "ni de política ni de religión, tampoco de fútbol" para así no generar polémicas ni desencuentros.

En relación con la ceremonia de entrega de los Premios Goya, Cristina Cabero subrayó que "el socialista Pedro Sánchez dio una imagen inadecuada", al no vestir de etiqueta como requería el acto. Pero de igual manera cuestionó que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, "se presentara en su audiencia con el rey vestido con camisa".

De fondo, a esta experta le queda la sensación, más allá de protocolos, de que "nos dejamos llevar por los medios de comunicación y nos estamos embruteciendo".

Cristina Cabero Soto

experta en protocolo

Un libro de cabecera

El libro "Normas de protocolo en la restauración" (Editorial Paraninfo, 2015), obra de Cristina Cabero Soto, pone al servicio de las personas interesadas la posibilidad de conocer las normas básicas que conforman el protocolo oficial, indispensable para organizar un evento o supervisar aquellos actos que tienen lugar en un establecimiento hostelero. Este libro ofrece un pormenorizado análisis de la normativa vigente sobre protocolo, considerando su grado de necesidad e implantación en la restauración.

Gastronomía y glamour

La gastronomía, el acto del buen comer, se ha ido adornando de todo un ceremonial en el que se valora exquisitez, diseño, glamour... De ahí la importancia de este trabajo divulgativo y ameno para la restauración, por cuanto ofrece pautas sobre una adecuada indumentaria o presentación de invitados; la forma de montar las mesas; la ubicación de los comensales; las reglas básicas de la comida; discursos y brindis...

Presentaciones

El libro se presenta esta semana en tres citas:

Día: lunes, 15 de febrero

Lugar: Escuela de Turismo Hora: 12:30

Día: martes, 16 de febrero

Lugar: Hotel Escuela Santa Cruz Hora: 11:00

Día: miércoles, 17 de febrero

Lugar: Casona de Secundino Delgado (Arafo) Hora: 19:00