S in duda alguna, ha sido el año en que más o menos todos hemos sido conscientes de un pequeño resurgir en el mundo editorial en la música en las Islas Canarias. Por una parte, han sobrevivido los clásicos sellos discográficos como NODA en Gran Canaria o Multitrack en Tenerife que celebraron su 25 aniversario superando con creces el medio millar de referencias. Y para finalizar el año editaron los discos navideños de Los Sabandeños "Atlántica" y Los Gofiones "Por una cabeza. El crimen de la perra Chona".

Sellos como Estudios de Grabación Acentejo, de La Victoria de Acentejo, continúan siendo estudio de grabación y sello discográfico. Al margen de publicaciones de proyectos nóveles en el mundo discográfico ha recuperado obras importantes de timplistas canarios y agrupaciones folclóricas que no han gozado de gran distribución ni difusión de las que, en buena parte, asumimos nuestra culpa.

Pequeños sellos creados ya entrado el nuevo milenio continúan con su labor más bien de proselitismo, ya sea apostando El Hombre Bala de Santa Cruz por las nuevas bandas y proyectos personales de la siempre emergente escena local, o Los 80 Pasan Factura de El Sobradillo recuperando discos o editando grabaciones inéditas de bandas anteriores a la década de los 90.

Con el nuevo resurgir de viejos formatos como la cinta de cassette o el ahora revalorizado vinilo, hemos visto crearse sellos como 3 De Bastos dentro de la escena hardcore, o Vagueness Records realizando auténticas obras de arte con la edición de experimentos sonoros internacionales. En Fuerteventura ha nacido el sello Pequeña Criatura, que en una coedición con un sello catalán ha editado en vinilo el último disco de su paisano Fajardo que se afianza aún más a nivel nacional e internacional con su "Arrullo magnético".

En Fuerteventura las lecciones las tienen aprendidas todos los músicos dentro del underground, y es por ello por lo que hemos visto a Leche Frita autoeditar sus discos y autogestionar sus giras peninsulares sin ayudas económicas que ayuden en su doble insularidad. La joven Yanara cambió Fuerteventura por Logroño y ahora Madrid, y con su proyecto Papaya ya ha editado sendos discos de vinilo, compartiendo catálogo del sello madrileño Jabalina con los tinerfeños Pumuky.

Desde que en los años 60 Los Canarios de Teddy Bautista decidieron fijar residencia en Madrid, no han sido pocos los grupos que han dado ese paso, con mayor o menor éxito. Lo que sí hemos visto es como ya llevan algunas décadas fuera de nuestras islas importantes músicos y técnicos como son Juan Belda, Hugo Westerdahl, Antonio Pérez del grupo Castillo Interior o Patricia Kraus, todos con estudio propio en Madrid.

También son bienvenidas algunas circunstancias como las del trío palmero Los Vinagres. Les cogió, estudiando y ensayando en Madrid, la oportunidad de fichar para Sony. Lo materializaron en su single de vinilo "Aquí no hay playa" que ya hemos reseñado en este mismo espacio, y no han escatimado en arriesgar todo en esta aventura en el que a veces no se trata de una carrera de fondo, sino de puntería cuando se te presenta una oportunidad por lo que en mayúsculas podemos aún considerar la Industria.

Desde Gran Canaria despedimos el año con otro vinilo que ha hecho las delicias a nuestros oídos, y es que no es la primera vez que The Birkins firman unos de esos discos de cosecha. Dejaron madurar varios años las canciones. Hasta cuatro años entre la grabación de unas y otras canciones. A cada cual mejor, voz masculina y femenina, cantando en inglés y susurrando en francés, un verdadero "Souvenir" de la buena canción pop editado por el sello peninsular El Genio Equivocado.

Despedimos nuestra sección semanal dejando para la próxima entrega muchas de las autoediciones y novedades que se editaron finalizando el año, que son adelantos de lo que está por venir en la edición de discos canarios dentro y fuera de nuestras islas, que no fronteras, ya que estas no existen cuando hablamos de música.

* Presidente de la

Asociación Cultural del Disco Canario