El próximo sábado desembarca en el Campo de Fútbol de Adeje para dar un concierto, a partir de las 21:30 horas, que viene envuelto en los sonidos del blues, el swing y, por supuesto, el rock and roll. "El rock se deja querer por todos", avanza Adolfo Cabrales Mato (1966), alias "Fito", cuando se le pregunta por algunas cuestiones estéticas de un universo al que llegó hace más de dos décadas y media. "Hablar desde el desconocimiento puede generar muchas respuestas equivocadas", precisa el líder de Fito & Fitipaldis respecto a los que solo ven en los sonidos más gruesos de este género a unos cuantos peludos gritando sobre un escenario.

¿Usted suele salir victorioso en sus visitas a las Islas; un espacio en el que se le ve cómodo?

Extramusicalmente hablando este no va a ser un concierto más. Para un vasco, y por lo general para el resto de la gente del norte, venir a Canarias no supone un conflicto. Al revés, este es un lugar muy querido. Luego, a nivel profesional está claro que existen unos condicionantes de tipo logístico que otorgan a la cita un carácter especial, pero de la misma forma que para mí no es fácil bajar al Archipiélago, para las bandas canarias tampoco es nada sencillo entrar en el circuito peninsular. Los canarios saben agradecer estas decisiones. Me hace ilusión compartir el público con Pedro Pastor. Cada vez que planificamos una gira siempre aparece la misma pregunta: Habrá que ir a las Islas, ¿no? A Canarias nunca voy por compromiso; voy porque necesito llevar mi música y sentir que soy bien recibido.

¿Ese es un apellido que tiene peso dentro del panorama musical español?

Sí que lo tiene. Tiene mucho peso, pero Pedro Pastor es un crack. No he coincidido nunca con él en un escenario, pero sé que tiene una sensibilidad especial a la hora de crear y cuidar sus canciones. Eso es algo que también define a los creadores canarios.

Además, a su favor tiene que los grupos canarios de rock "grueso" siempre han tenido el País Vasco en su punto de mira. ¿No es su caso actual, pero su pasado lo ubica en ese escenario?

Cuanto más "underground" sea el circuito en el que se mueva un grupo, más sólidos serán los vínculos que este haya podido crear. En el País Vasco siempre ha existido una gran tradición de rock duro y, por lo tanto, es normal que las bandas de fuera busquen ese referente para dar a conocer sus canciones. Esto funciona como una de esas hermandades que se apoyan en la distancia, es decir, que no hace falta que estés cerca para sentir el cariño de los tuyos.

"Huyendo conmigo de mí" está en uno de esos puntos de cocción interesantes, es decir, que es un disco que ya tiene su recorrido, pero que todavía aguanta un poco más de fuego...

Digamos que está al aún vapor (ríe)... Un disco crece con la suma de conciertos. Al principio solo hay un puñado de canciones que hay que ir vistiendo con las sensaciones que transmite el público porque en el instante en el que creas una letra existe un sentimiento de desnudez que desaparece conforme avanza la gira. Esta ha sido agotadora, emocionante y, sobre todo, larga... El temor a cómo reciban mis canciones es algo con lo que tengo que convivir, pero el público siempre ha sido muy generoso con Fito & Fitipaldis.

Es muy difícil, por no decir imposible, que un padre exprese públicamente sus preferentes por uno de sus hijos, aunque estas existan, pero "Por la boca muere el pez" (2006) fue un álbum que cambió su trayectoria. ¿Usted también lo considera un punto de inflexión?

Sí que es complicado que un padre hable mejor de uno de sus hijos (silencio)... A mis discos los quiero por igual, entre otras cosas, porque son el resultado de las personas que necesitábamos ser en el instante en el que se grabaron esas canciones. A un artista hay que valorarlo en el conjunto de su obra. Un álbum solo es la confirmación de un estado de ánimo; si te sale redondo vas a ser recordado siempre, pero cuando su vida es corta aparecen las dudas. Es cierto que "Por la boca muere el pez" representa bastante bien cómo empezó todo, pero si nos quedamos en ese punto no tendría sentido estar planificando el concierto de Adeje. Vivir del recuerdo es como mirar un álbum de fotos y a mí no me apetece quedarme en el salón de casa contemplando batallas del pasado. Aquel fue un gran disco, pero "Huyendo conmigo de mí" también lo es.

¿Pero ese proyecto le dio proyección, premios y, sobre todo, fue la confirmación de lo que usted había soñado como intérprete?

Sí, nos regaló muchas alegrías y volcamos en él todas nuestras ilusiones. Salió bien. Cuando acabamos la sensación de cansancio lo dominaba todo y necesitaba oxigenarme; tomar aire para volver con otras cuantas canciones.

¿A veces es bueno abrir esas ventanas para que la creación se renueve con aire fresco?

Eso es fundamental... Mi talento está limitado; los discos me salen cada cinco años. Prefiero vivir con esa realidad a hacerlo con la presión de tener que crear cualquier cosa en periodos de tiempo más cortos. Esa oxigenación es muy necesaria si no quieres caer en la inercia de un éxito que siempre es pasajero. Vivir en gira es mucho más cómodo que sentarte a esperar a ver qué pasa. Cuando llevas mucho tiempo lejos de casa te cansas, pero de la otra manera vives con la presión de crear algo que sea por lo menos igual de bueno que lo que ya has enseñado. Airear la creatividad no garantiza que los resultados que están por llegar vayan a ser mejores, pero es una forma eficaz de tener el control de tu carrera.

¿Eso, tener controlada su carrera, fue lo que le llevó a romper con su pasado musical como miembro de una banda?

Ese pasado es irrenunciable, es decir, que está en mi ADN musical para toda mi vida... Siempre creí que una banda de rock era algo más que eso. Ahí, en lo bueno y en lo malo, se crean unos valores familiares que sacan todo lo que llevas dentro... Convivencia, ilusión y sueños van juntos al principio, pero con el paso de los años aparecen otros factores ligados con el hartazgo que son los que al final generan las situaciones de cambio. A medida que nos vamos haciendo mayores todo es más difícil y los egoísmos siempre terminan aplastando a los ideales solidarios con los que se crea un proyecto. Entonces te dejan de gustar cosas que antes hacía casi sin pensar, pero eso no significa que has vivido una mentira, sino que estás en otra etapa. Pasa en todas las profesiones, no solo en la música... En mi caso, sentía que todavía podía dar muchas cosas de mí y que había llegado el momento de intentarlo por otra vía.

CRONOLOGÍA

1966 Nace en Bilbao, aunque en la actualidad reside en Gernika. Es compositor, cantante y guitarrista.

1989 Entró en la banda Platero y Tú después de trabajar de camarero en un prostíbulo regentado por su padre.

1998 Combina su presencia en Platero y Tú con su nueva banda: Fito & Fitipaldis se presenta en sociedad.

2006 Publica el disco "Por la boca muere el pez"; un proyecto superventas y largamente premiado.

2015 Ha vendido más de 2,5 millones de álbumes, de los cuales 1,6 como líder de Fito & Fitipaldi.

Vea aquí el video-clip de "Entre la es-pada y la pared", un tema que se incluye en el último álbum "Huyendo conmigo de mí" (2014).