El Museo del Prado y la Fundación BBVA han presentado este miércoles ''El Divino Morales'', una exposición que pretende dar testimonio del trabajo y la figura de Luis de Morales, ''el Divino'', y que estará en Madrid hasta el 10 de enero para más tarde llegar al Museo de Bellas Artes de Bilbao (9 febrero - 16 mayo 2016) y al Museu Nacional d''Art de Catalunya (16 junio - 25 septiembre 2016).

En este sentido, a las 19 obras del Prado seleccionadas, entre las que se incluyen El Calvario y La Resurrección donadas por Plácido Arango, se unen 35 procedentes de museos nacionales e internacionales, coleccionistas privados e instituciones religiosas como ''la Virgen del pajarito'' de la parroquia de San Agustín de Madrid, ''la Virgen con el Niño y san Juanito'' de la Catedral Nueva de Salamanca o el ''Ecce Homo'' del Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa, recientemente restaurado en los talleres del Prado.

La comisaria de la exposición, Leticia Ruiz, ha explicado que Morales fue "el primero de esos pintores fundamentales del sigo XVI" y que, como pintor de la época, "fue gran maestro de retablos". De hecho, "a lo largo de más de 50 años realizó una veintena de retablos y obras de altar" de las que sólo se conocen "algunas joyas".

La muestra reúne una estudiada selección solo de aquellas obras que responden a los estándares de calidad de la técnica pictórica empleada por Morales ya que, según ha afirmado Ruiz, su carácter comercial le hizo pintar "imágenes patéticas y lamentables que impedían que se viera realmente al pintor que llegó a ser".

En este sentido, la comisaria ha recordado que Morales "fue el fundador de una marca" que vendía a particulares y "por la fortuna que tuvo en vida" se conocen pocas obras. Emtre esas obras comerciales destacan las piezas de devoción que le hicieron popular. DE ''LA VIRGEN DEL NIÑO'' A ''LA PIEDAD''

Una selección de obras refleja la serie de imágenes que utilizó durante su trayectoria profesional: ''la Virgen con el Niño'', la ''Virgen de la leche'' del Museo del Prado, ''Cristo coronado de espinas'', ''Cristo, Varón de Dolores'' del Minneapolis Institute of Arts, ''Cristo atado a la columna'' o ''La Piedad'' del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Así, Ruiz ha señalado que se trata de "un producto de enorme belleza gracias a su construcción minuciosa". Además, la muestra supone la culminación de un exhaustivo estudio del autor cuyas conclusiones se publican en el catálogo que se ha editado con motivo de la muestra.

En este sentido, el director adjunto del Prado, Miguel Falomir, ha señalado que se trata de "un trabajo de muchísimo tiempo" y "un largo proceso de estudio, restauración y análisis". "No se trata de una exposición improvisada", ha subrayado.

En relación al espacio, Ruiz ha destacado que "la exposición se ha pensado durante mucho tiempo para crear una atmósfera de quietud, de contemplación calmada que es la que merecía el pintor".

Luis de Morales nació en 1510 o 1511 y murió, según ha informado El Prado, probablemente en 1586, tal vez en Alcántara (Cáceres), donde se sabe que residía en 1585. Se desconoce su lugar de nacimiento, pero vivió y pintó en Extremadura. Durante más de cincuenta años fue el pintor más prolífico e importante de esa extensa región, donde realizó numerosos retablos y cuadros de altar, ampliando su producción a Portugal, especialmente a Évora y Elvas, ciudades cercanas a Badajoz.

En esta ciudad se estableció en 1539, después de haber trabajado en Plasencia y sus alrededores, un territorio donde se entremezclaban artistas e influencias provenientes de Flandes y Castilla que explican una parte esencial de la pintura de Luis de Morales.