Veinte minutos después de las 22:00 horas, Maná abrió con "La Prisión" -tema de su nuevo disco- el concierto celebrado anoche en el estadio Heliodoro Rodríguez López, en la capital tinerfeña, que reunió a más de 20.000 almas entregadas. Ya en ese momento, el público permanecía expectante por saber si la actuación de Skakira con Maná sería un sueño o una realidad. Para animar al público, un baño de elogios.

Según avanzaba el concierto, iba a más. En el tema "Me vale" calaron en el corazón al invitar al guitarrista canario Efrén Guerrero a subirse con ellos a tocar, como es habitual en sus conciertos, en un guiño al apoyo a talentos de los lugares por donde pasan. Junto a los cuatro músicos de Maná, un par de guitarras y otro batería. Y llegó la canción de Shakira. Ella cantó en virtual y él, en directo. Fue "Su verdad", título de la canción. El público se venía arriba y el repertorio "incendiaba" cada vez que Fher se adentraba por un pasillo de unos 10 metros entre el público, complicidad que secundó el guitarrista Sergio Vallin. "¡Viva Tenerife!", "sois el mejor público que hay en el mundo", "tenemos adicción a Tenerife"; "aquí se bebe bien, mejor que en México", "piropos" de Maná.

Sorprendieron con ranchera: "Mi destino era rodar y rodar", entonaban. De nuevo, "viva Tenerife". No jugaba el representativo; en su lugar lo hacía Maná y parecía golear con "Cama incendiada", título de su nuevo disco. Solo de Alex González, efectos de fuegos artificiales en el escenario... como si hubiera fakires bajo el escenario. Alex, un espectáculo: se subió a la silla y se cebó con las baquetas al darle a casi todos los instrumentos mientras una plataforma lo acercaba a la parte delantera del escenario. Ese soporte lo eleva poco más de un metro. Y vuelve con su solo. "Eres tú mi religión", "Dónde los ángeles lloran", "El muelle de San Blas", "Rayando el sol", "Clavado en un bar" y "Vivir sin aire". Nuevo golpe de efecto de Fher, que se sube a la plataforma que está junto a la mesa de mezclas que tiene forma de cama.

No pierde la oportunidad Fher para lanzar un mensaje ecologista en "Cuando los ángeles lloran", que dedicó a Chico Méndez, activista brasileño. Nuevo gesto de complicidad, al subir a una joven del público, llegada de Las Palmas, para sorpresa de los espectadores, que montan la bronca. Ahora otra de Tenerife: Tina, de Playa San Juan. "Bendita la luz de tu mirada", le dedican a "las bellas mujeres de Canarias", dicen.

En ese momento les sobraba el escenario; cambiaron la cama incendiada por una plataforma en forma de púlpito, un islote en el centro del césped. Y de ahí, al escenario, para recorrer un pasillo abierto entre la gente que iba a su encuentro, para tocarlos, casi venerarlos.

"Oye mi amor", tarareó también el público. "Ustedes son lindos para nosotros. Un encanto", dijo Fher. E invitó a cantar al público, mientras lo desafía: "¿Seguimos?", en un coqueteo de me voy o no. "Viva méxico, cabrones; aquí hay muchos huevos". No era la letra de una canción; solo un grito de guerra más de Maná. Dos horas y media de concierto y cierre con fuegos incluidos.