Basta cerrar los ojos y dejarse llevar para acaso sentir la presencia viva de Luz Casal. Así suena la propuesta "A cada paso" -precisamente el título de una letra de la cantante- que a manera de tributo sonará esta noche, desde las 21:00, sobre el escenario del teatro Leal.

En un recital de una hora y media aproximada de duración, la banda compuesta por la vocalista Elena Álvarez, que se acompasa con los ritmos de César González, director musical, bajo y coros; Roberto Alemán, batería y percusionista; Sergio Martínez, guitarras; Miguel Estupiñán, guitarras y coros, más Elvis Pescossa, pianos, sintetizadores y coros, recorrerá los hitos más significados de la primera etapa discográfica de la artista, con la interpretación de una veintena de temas de referencia, casi reverenciales, que figuran en los siete primeros trabajos de la mítica cantante gallega.

En esta compilación se encuentran desde los sonidos al más puro y cañero estilo rockero, hasta aquellas baladas con unas melodías desgarradoras, pasando por clásicos como "No me importa nada", "Piensa en mí", "Un año de amor" o "Loca".

A propósito, la solista Elena Álvarez precisa que la banda "no trata de imitar a Luz Casal", a quien considera su ídolo como persona y artista, "sino llegar a compartir con el público la esencia de lo que ella es capaz de transmitir en cada uno de sus temas", rememorando la voz que la acompañó durante su etapa adolescente. "Me inspira fortaleza y al mismo tiempo serenidad. La considero una mujer que es un claro ejemplo de vitalidad y personalidad, una cualidad que ha sabido transmitir a su música", más destacable en un país como España y durante la década de los 80, cuando hablar de igualdad suponía desafinar y más aún en un ámbito como el del rock and roll, dominado tradicionalmente por figuras masculinas.

Lo cierto es que desde las primeras notas, allá por el mes de junio de 2014, este recital ha viajado por las islas, un tránsito durante el que A Cada Paso no ha perdido de vista la idea de proyectarse a nivel nacional. Mientras tanto, el proyecto se ha ido alimentando en cada estación con la acogida de un público "impresionante", tanto en escenarios cerrados como al aire libre, que siempre "han asumido que no iban a escuchar a Luz Casal". Y subraya la vocalista, además con tono firme: "En ningún caso nos consideramos imitadores" de su estilo. Tanto es así que Elena mantiene su aspecto natural, una mujer rubia, de pelo rizado, opuesta al perfil de Luz Casal, y acompaña este argumento con otra afirmación rotunda: "Cuando salimos al escenario ningún componente del grupo se disfraza para dar una imagen diferente a lo que somos".

Salvando las distancias, Elena admite "ciertas similitudes" con el tono de voz de la gallega en algunas melodías, "solo en muy determinados temas", pero manteniendo siempre la personalidad de su timbre y estilo.

Acaso sí se reconozca como "imitadora" cuando, de una manera sorpresiva, aparece sobre el escenario abrazada por una boa, una serpiente que también forma parte de algunos directos de Luz Casal.

El objetivo final, disfrutar a través de la memoria musical y revivir momentos al ritmo de una voz que se eterniza en el tiempo.