"Vamos a notar, unos más que otros, las consecuencias de haber estado luchando durante años contra la cultura". Detrás de una reflexión tan crítica, casi apocalítica, aparece la figura quijotesca de Javier Krahe (1944), un artista de voz picante que el viernes, a las 21:00 horas, regresa al teatro Leal de La Laguna para construir un espectáculo en torno a "Las diez últimas", un álbum en el que afila su sátira para cargar contra un sistema manipulado por unos hilos invisibles que mueven los poderosos. "Nunca van a tener la tentación de pensar en mí para un reconocimiento institucional porque saben cuál va a ser mi respuesta: métanse ese premio donde les quepa... No se van a atrever jamás", precisa el cofundador del sello 18 Chulos, proyecto discográfico que comparte con Pepín Tre, Santiago Segura, el Gran Wyoming, Faemino y Pablo Carbonell. "No tengo la intención de retirarme", avisa el madrileño.

Regresar al teatro Leal ratifica su buena relación con Canarias, ¿no?

Es que siempre que voy estoy muy poco tiempo y así es completamente imposible que una relación se estropee.

¿Pero usted es de los que "tira" de Canarias para descansar?

Sí, pero entonces no me manifiesto... Voy, descanso y logro alejarme de la selva, que para mí es Madrid. Ahí encuentro una tranquilidad diferente.

¿Cómo se ha tomado la ruptura del bipartidismo?

Me lo tomo con alborozo. Por fin ha ocurrido algo en España que me puede interesar. Algo se ha agitado. Vamos a ver de qué manera, pero algo se está movimiento.

Da la impresión de que esa regeneración política puede ir a más en los próximos años.

Sí, sí, sí... Los nuevos van a necesitar algo de entrenamiento para aprender cómo hay que afrontar el día a día cuando ocupas una parcela de poder. Si son honrados es probable que en las próximas elecciones acumulen más poder.

¿Lo de devolver el IVA cultural a un nivel más europeo, o real, suena a promesa electoral?

Si de verdad lo quieren hacer que lo hagan, pero que lo hagan ya... Llegan tarde; ya llegan tarde por su desfachatez, su cabezonería y su chulería... En política, al igual que todo en este mundo, arreglar una cosa que se ha roto siempre es un peor remedio que comprar algo nuevo. Parchear la realidad es alargar una mentira.

¿No es amigo de los parches?

Vamos a ver... En el cine hay excelentes cosechas de películas que se pueden recuperar y en literatura se está publicando más que nunca, pero si ese 21% de IVA lo ponemos al mismo nivel del 7% que paga en Francia, que es un país culturalmente más inteligente que España, nos daremos cuenta de que esta situación es insostenible. Un escritor genial puede surgir en cualquier sitio sin tener que estar pendiente de la economía de un país, el talento no depende de los dineros que se tengan, pero ayuda cuando se planifica con justicia el reparto del dinero público.

Otro Javier, en este caso Javier Marías, decidió renunciar a un premio nacional y otros se contagiaron de ese rechazo: ¿Esa es otra manera de expresar un descontento cultural?

Supongo que eso es lo que han querido expresar, pero en cualquier caso entiendo que exista total libertad para aceptar o rechazar un premio institucional. Eso es algo que no me preocupa en excepto porque ellos saben que no soy un tipo dócil, es decir, que nunca van a tener la tentación de pensar en mí para un reconocimiento institucional porque saben cuál va a ser mi respuesta: métanse ese premio donde les quepa... No se van a atrever jamás.

¿Entonces no tiene muchas esperanzas de que eso cambie, más bien sabe que está en el punto de mira de muchas personas?

Sí, aunque no todo es culpa mía... Convivo en la diana de muchos, pero tampoco me molestan tanto.

Hace dos años, más o menos, le pregunté si iba a cerrar el quiosco con "Las diez de últimas" (2013). ¿No recuerdo su respuesta, pero esta vuelta es la prueba de aquello no fue su epitafio artístico?

Después de aquella conversación aparecieron otras tres canciones, lo que significa que mi voluntad de seguir es algo más que real. Cantaré mientras escriba canciones y la verdad es que, a pesar de mi edad, me encuentro bien. Yo decidí tomarme un año selvático, que es como un año sabático pero en la selva de Madrid. Lo hice con la clara intención de escribir canciones y renovarme.

¿En este periodo en el que, según usted, empiezan a pasar cosas interesantes en España, será más blando a la hora de crear sus letras?

No lo sé; estoy deseando ver lo que escribo para ver si me he amansado o sigo siendo el mismo de siempre. Si me dan la oportunidad volveré a ser crítico. A mi no me meten tan fácil en el redil.

¿Cree que después de estos años de sequía el mundo de la cultura será más selectivo?

El mundo de la cultura es muy misterioso y nunca se sabe por dónde van a ir las cosas. La crisis es algo innato a la vida de los artistas y la gravedad de la misma, al margen de las atrocidades que cometa un gobierno, la marca las ganas que tengan los creadores de superar los obstáculos que encuentran a su paso.

¿Y usted ha tenido que saltar muchos obstáculos?

Soy un artista atípico; si hubiera sido un profesional de esto lo habría pasado mal... Cuando no ganaba dinero me daba lo mismo porque mi mujer me mantenía. Para hacer canciones hay que estar muy bien casado.

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Vea aquí la entrevista que Pablo Iglesias (Podemos) le hizo al Javier Krahe en el espacio televisivo "Otra vuelta de tuerka".