Los vaivenes de la historia provocan felices reencuentros. Un ejemplo lo protagonizan la revista La Página, que cumple 25 años de existencia, y el Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña, centro referente de las vanguardias, foco generador de ideas, mesa de debate y disenso, y del intercambio de sensaciones para los intelectuales y artistas.

Como ya sucedió en 1989, cuando surgió esta propuesta, el Círculo igual que entonces vuelve a abrazar la iniciativa cultural, esta vez regalando a la efeméride el soporte expositivo y el preciso eco donde desde hoy, a las 19:30 horas, el público podrá recorrer y sentir los trazos, imágenes y detalles de tan rico bagaje.

La muestra acoge la memoria de un tiempo y su recorrido vital a través de las revistas publicadas hasta 2014 (un total de 106 números); libros que contienen reflexiones, pensamientos, creaciones, traducciones en ámbitos como la literatura, la arquitectura, cine, feminismo; diseños, cartas, fotografías y un conjunto de objetos que cobran vida propia en este particular contexto.

En el acto de presentación de ayer, la presidenta del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, Dulce Xerach Pérez, valoró "lo difícil" que supone para un producto cultural cumplir 25 años y destacó la necesidad de apoyarlo.

A continuación, el director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aurelio González, subrayó que la supervivencia de esta revista se explica, básicamente, por el "tesón y el convencimiento" de sus impulsores, "una de las empresas culturales que ha sobrevivido a la crisis".

Además, adelantó que se publicará la segunda edición de la obra "Caleidoscopio surrealista", de José Miguel Pérez Corrales, trabajo que los expertos franceses califican como el mejor estudio del surrealismo.

En su turno de palabra, el director de La Página, el profesor universitario Domingo Luis Hernández, descubrió que el origen del proyecto surgió en 1989 como soporte de expresión de la llamada generación del 80, un conjunto de artistas e intelectuales opuestos al grupo precedente, los del 70, entre ellos nombres como los de Juan Cruz, Fernando Delgado o Juan Manuel García Ramos.

A propósito, Domingo Luis desveló cómo "uno que dice ser nacionalista" afirmó, y así lo recoge un periódico, "que en Canarias no se podían hacer novelas por el hecho de ser Islas", ya que a su juicio este concepto se reserva a las creaciones del continente.

Así, La Página asume en su ideario abordar la literatura hecha en Canarias, pero acogiendo lo que llega del exterior, una voluntad de cosmopolitismo ya presente en "Gaceta de Arte".

En ausencia del "padre" cultural, la referencia española, y desde "la frontera del idioma", señala Domingo Luis, Canarias adopta lo que Pérez Minik definió como "novelería", estableciendo una relación directa, sin intermediarios, con países como Francia, las vanguardias y las expresiones culturales.

Desde este principio, la Isla se convierte en un centro cosmopolita que recibe y exporta ideas transformadoras y alternativas para esa cultura en diálogo necesaria en la sociedad. "Canarias interviene en la literatura".

Esto representó superar las "fronteras" y la estrechez de miras de "un nacionalismo ramplón y absurdo", tal y como subraya el director de La Página, generando un destacado número de publicaciones.

En este sentido destacan los monográficos centrados en figuras de la literatura europea y americana (Luis Mateo Díez, Juan José Millás, Isaac de Vega, Miguel Espinosa, Juan Gelman, Jorge Luis Borges), así como números dedicados a creadores de la talla de Antonio Tabucchi, Bruce Chatwin, Claude Simon, J.M. Coetzee, Cormac MacCarthy o el cineasta ruso Andréi Tarkovsky.