Estudió la carrera de piano en el conservatorio de música de Bilbao, se doctoró en Filología Vasca en la Universidad de Deusto y es licenciado en Educación Física, pero ha convertido la escritura en su oficio. Jon Arretxe (1963) cree que en la actualidad existe un problema contra la rentabilidad de la creación literaria. "Se están escribiendo grandes historias, no solamente en el género negro, pero la gente no compra libros", dice un autor nacido en Basauri que se ha especializado en los libros de viaje y tramas detectivescas.

¿Parece que los nórdicos ya no pintan tanto en el género negro?

Siguen ahí, pero ya era hora de que nos liberáramos de los complejos o malas costumbres que se crearon alrededor de los apellidos nórdicos o anglosajones, a pesar de que los americanos están en el origen del género negro.

Es importante que el detective ya no se llame Wilson, sino Fernández, ¿no?

Y sobre todo que una historia se pueda desarrollar en el centro de La Laguna o en los barrios marginales de Bilbao...

¿Una novela no puede estar supeditada a un "gueto" geográfico?

Un libro nace donde quiere el autor y la clave es dar con una gran historia. Todo lo demás importa menos... Si hay una buena novela da igual que el personaje se llame John o Juan.

¿La crisis y todo lo que rodea a este fenómeno es un buen "combustible" para mover historias de perfil oscuro?

Este es un momento propicio para inventar tramas interesantes, pero no para vender libros. Hay muchos escritores y motivos para contar cosas que podrían tener un gran calado social, pero faltan lectores... Bueno, mejor dicho, en la actualidad no hay una disponibilidad económica que facilite las ventas de libros.

¿Este repunte, pues, no llega en su mejor momento?

Es que no se puede tener todo al mismo tiempo... Ahora contamos con unas historias cojonudas, pero falta mercado.

¿Barcelona o Madrid ya no tienen el monopolio de la escritura más "turbia"?

Afortunadamente no... Ese tipo de complejos no tiene ninguna razón de ser. La Laguna es un escenario tan digno como Barcelona para una corruptela o para crear un crimen. Ese "glamour", o lo que sea, no tiene cabida en la escritura porque de lo que se trata es de dar una gran historia al lector. Si esta ocurre en Canarias no se puede ocultar ese hecho por un complejo...