Oficialmente le imputan 150 atracos, aunque él no tiene miedo en ampliar esa suma. De hecho, más de una vez cuantificó el botín de sus robos -cometidos en los años ochenta y principios de los noventa- en unos 10.000 millones de pesetas. Eso sí, nunca hirió a nadie. Conoce bien la vida carcelaria -tres ingresos de prisión-, ha estado a punto de morir de sobredosis y ocasionalmante ejerció de guardaespaldas de Leo Messi. Su nombre es Daniel Rojo Bonilla (1962), pero en los bajos fondos barceloneses y en el ámbito literario se le conoce como Dani "El Rojo", creador de un álter ego que se publicita como Hugo "El Tiburón"... Hoy hablará de él, de sus excesos y de sus vaivenes literarios en un nuevo interrogatorio de Tu Santa Cruz Noir que tendrá lugar en el teatro Guimerá (19:00 horas).

"El 85 o 90 por ciento de las personas que jugaron a lo mismo que yo están muertas o muy tocadas", asegura un personaje que creció en una familia acomodada de Barcelona. "Mi padre era empresario, pero en casa no me educaron para que sobreviviera en el mundo de la delincuencia", relata respecto a su aproximación al mundo de los atracos violentos. "Las primeras cajas registradoras cayeron en los estancos, cafeterías y otros pequeños negocios", confiesa un consumidor habitual de estupefacientes durante más de 25 años. "Me metí por vena mucha cocaína y heroína... Un vicio caro que ya no me podía costear con los palos que daba en las tiendas de tabaco. Tuve que subir un escalón y apareció un banco: un dinero fácil de ganar", cuenta un exladrón en una crónica de urgencias que dura un par de segundos. "Iba hasta el culo de todo, pero entrabas en la oficina, presionabas al empleado un minuto y medio y te llevabas dos millones de pesetas... Esa adicción fue peor que las drogas", aclara el ahora novelista.

Tras pagar con privación de libertad y con su salud las euforias del pasado, "El Rojo" mira con nostalgia a un periodo de su vida en el que todo parecía más fácil. "Antes entrabas a un banco y te recibían con canapés, los bolígrafos no tenían cadenas para evitar que los robaran y, sobre todo, había dinero en efectivo", enumera justo antes de realizar una cómica radiografía de cómo está el negocio en la actualidad. "Si hoy quieres dar un golpe tienes que llamar al banco un día antes para que te tengan preparados 3.000 euros", comenta un atracador que decidió encomendarse al escritor Lluc Oliveras para que este contara las "Confesiones de un gánster de Barcelona", "El gran golpe del gángster de Barcelona" y "Mi vida en juego".

Dani "El Rojo" relata sus andanzas con el apasionamiento del que sabe que ha hecho algo grandioso. "La Policía le quita poética a mis andanzas, pero enseguida yo le pongo algunas flores para adornar el relato con respecto a la última vez que lo conté", replica.

Desenganchado de las drogas desde hace más de dos décadas, el escritor (es autor de la trilogía "La venganza de Tiburón"; "El secuestro de la Virgen Negra" y "Gran golpe en la pequeña Andorra") catalán no tiene miedo a la hora de revelar un dato que clave en su día a día: "Tengo muchas enfermedades, pero no me siento un enfermo... He pagado con ellas todas mis locuras y solo me queda media neurona viva, pero si salí del círculo vicioso de los estupefacientes, otros que han metido menos mierda en sus cuerpos que yo también pueden hacerlo", recomienda en una secuencia de la entrevista en la que hace un guiño a un expresidente de la Generalitat: "A Puyol le agradezco la promoción de mi novela Gran golpe en la pequeña Andorra (Planeta)".

Otra faceta por la que cobró protagonismo Dani "El Rojo" estuvo relacionada con las labores de guardaespaldas que desempeñó para celebridades como Antonio Carmona, Andrés Calamaro o Lionel Messi. "Ocasionalmente, cuando tenía algún acto en el que no participaba el Barça -promoción con Adidas o una publicación- me llamaban, pero aquel Messi no era el mismo. Aquello paso en 2005 y entonces él no tenía ni carnet de conducir. Muchos dicen que es un tipo parado y que no habla, pero yo he tenido la oportunidad de cenar con él varias veces y puedo asegurar que hablar... Además, a él le pagan por ser futbolista no para que ejerza de locutor... Messi habla donde tiene que hablar y es tan natural como parece", incide Dani sin meterse de lleno en lo que se denomina el entorno del jugador. "Messi es un tipo sano: se ha casado con la novia de toda la vida, su Antonia, y no ha sido engañado por una puta de las que tanto abundan por Barcelona", precisa de una manera contundente.