Algún día yo seré todo lo que había soñado, dice la letra de una de sus canciones, y lo cierto es que no va por mal camino. Claritzel Miyares es una joven cubana que llegó a Tenerife en el año 2004 como corista del famoso cabaret Tropicana. Aquella primera gira duró un intenso año, pero enamorada del clima, la cultura, la gastronomía y el calor de la gente, la cual define como graciosa y natural, decidió quedarse en la isla, donde desde el primer momento se sintió como en casa.

"Yo vengo bebiendo esto -la música- desde tempranita edad. Mi mamá es licenciada en Letras, pero tiene una voz preciosa", cuenta. El pasado año, su carrera como solista despegó con "La vecina", su primer "single". "El tema me permitió llegar a los escenarios de Los 40 Principales junto a artistas nacionales e internacionales. En Click and Roll el tema se mantuvo por lo menos tres meses en lista".

Desde entonces no ha parado de trabajar. Estuvo recientemente en el Carnaval de Día estrenando "Vuela", su segundo "single", que es además un adelanto de lo que vendrá a ser su primer álbum. "Llevo un añito y pico preparando temas, tampoco me apuro demasiado porque tristemente la música apenas se vende y el disco es una carta de presentación para el artista", dice sin desanimarse, eso sí, prefiere mantener los pies en el suelo.

"Lo que yo quiero es darme a conocer a nivel nacional. Ahora mismo estoy trabajando en enfocar mi carrera para grandes retos y poder llevar mi música también al mercado latino." Y aunque ya se sabe eso de que "nadie es profeta en su propia casa -o en su tierra-", confiesa que sería un honor enorme hacer algo en Cuba, a donde no descarta regresar próximamente para promocionar su trabajo.

Lo cierto es que con estos dos "singles" su estilo musical ha dado un giro, sin embargo no ha dejado el piano, las baladas y los boleros que la dieron a conocer. "Esa música es más para enfocarla a teatros, salas pequeñas o para un público determinado". Ahora quiere dedicarse a su faceta como solista, si bien en el futuro podría volver con Café Mezclao, un grupo con el que se siente a gusto fusionando e interpretando pop, soul, bossa, jazz, boleros y baladas.

Tiene muy claro que un artista nace y se hace, "porque puedes nacer con todo el conocimiento del mundo, pero luego tienes que aplicarlo y no acomodarte. Siempre habrá alguien mejor que tú". Por eso, valora cada una de las enseñanzas que la escuela de la vida le ha ofrecido y las oportunidades que ha tenido dentro del complejo mundo musical.

"En mi caso, los dos concursos -"Operación Triunfo" (2005) y "La Voz" (2012)- han sido positivos, y mira que en el primero no llegué a entrar por un problema de salud. Hoy por hoy me dicen que mi cara les suena, saben que me han visto. Eso es importante porque, tristemente, si no estás en la tele es como si no existieras, y no es así. Sigues trabajando, vas creciendo como persona y como artista", expresa de manera natural y sencilla. No le gusta "ir por la vida con soberbia, pues no lleva a nada". Su sonrisa, presente durante toda la conversación, da cuenta de ello.

Entre sus aficiones está el deporte, "pero no como una obsesión", el cine, la lectura, "saber que está pasando, escuchar cosas que no suenan en la radio normalmente" y el baile. Siendo así, no es de extrañar que ya haya cautivado a muchos con su sabor cubano y corazón chicharrero.