En cuanto se accede al zaguán, una catarata de recuerdos sorprende al visitante. A la derecha se abre la sala de viajes y en el otro extremo, en la secretaría, aguarda sentado un Elfidio Alonso pertrechado con prendas de invierno para combatir otro día gris, casi ceniza, en el corazón de Aguere. Él ejercerá de cicerone de una visita a una casa del siglo XVIII que se ha convertido en el cuartel general del grupo folclórico más popular de Canarias.

Las Medallas de Oro de Canarias, Tenerife y La Laguna son solo tres de los tesoros en los que hay recuerdos de viajes y actuaciones como las que unió a la argentina Mercedes Sosa con Los Sabandeños en un concierto celebrado en La Orotava. "Los dos primeros años recorrimos casi toda Canarias y al tercero dimos el salto a la Península", puntualiza Alonso sobre la promoción exterior de un grupo que se ha recorrido medio mundo. El patio está presidido por un gigantesco aljibe -con capacidad para unos 70.000 litros de agua- que tiene los días contados: está programada una reunión con Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, para decidir una actuación que acabará transformando ese espacio en una sala de exposición subterránea. Junto a la carbonera aparece la sala de visitas, en la que entre otros objetos aparecen las 105 portadas de los discos que ha grabado la formación nacida en Punta del Hidalgo: "Eso no lo tiene ni Julio Iglesias, ni Raphael", puntualiza Elfidio Alonso, antes de apuntar con su índice derecho la primera foto de Los Sabandeños. Pegado a la puerta que conduce a un estrecho patio que ha sido conquistado por los verodes, y en el que se hace visible una escalera de caracol que tiene forjada en su barrandilla la partitura de una folía, destaca una instantánea en la que se observa a Carmen Polo de Franco -conocida por "La Collares" por su afición a lucir joyas- comprando un disco de la agrupación lagunera. En esta dependencia están las fotografías de los cuatro receptores de la insignia de oro que ha concedido hasta la fecha: José Ramón de la Morena, Víctor Pablo Pérez, Juan Cruz Ruiz y Alejandro Martínez, actual entrenador del Iberostar Tenerife.

La habitación comparte muros de carga con la casa contigua en la que ensayaban Los Sabandeños antes de mudarse a la actual. La sala de ensayos es donde se reúnen martes y jueves para "trillar" aún más un repertorio que ha traspasado las fronteras archipielágicas. Cuatro aulas de música se utilizan para impartir clases de bajo eléctrico, canto, flauta, guitarra, timple y piano.

En la planta alta dos son las estancias que acaparan todo el protagonismo. Una escalera elaborada en barbusano es el acceso a un salón de actos en el que acumulan los vestigios de una trayectoria que ha sido reconocida con 20 discos de oro, platino y diamantes. Allí también destacan dos Premios de la Música, una nominación enmarcada a los Grammy por un trabajo con María Dolores Pradera, un par de obras de César Manrique, la primera pintura en la que se inmortaliza a Los Sabandeños obra de Juan Galarza, un autógrafo remitido por Rafael Alberti desde su residencia en Roma, en 1970, y una partida de nacimiento del Padre Anchieta. Muchas historias que se convierten en leyenda al acceder a la biblioteca que homenajea a la profesora, filóloga y ensayista María Rosa Alonso (1909-2011).

Uno de los últimos reconocimientos que ya están en la futura fundación

La distinción que el Parlamento Canarias concedió el pasado 5 de febrero a Los Sabandeños ya cuelga en la sede lagunera de la calle Capitán Brotons. Elfidio Alonso recogió el pergamino acreditativo en el transcurso de un acto institucional que estuvo presidido por Antonio Castro Cordobez, presidente de la Cámara regional, y los parlamentarios Cristina Tavío, Julio Cruz y José Miguel González. /CEDIDA