El 2014 se llevó a Gabo; el año recién "fallecido" le arrebató la vida a Gabriel García Márquez (1927). El 17 de abril el mundo de la cultura sintió un calambrazo en la despedida de un escritor universal que generaba "oberturas" literarias tan maravillosas como esta: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo". El adiós del cuentista de Aracataca mutiló parte del realismo mágico que se construyó alrededor del Premio Nobel de Literatura 1982.

Pero García Márquez solamente fue la punta de un Iceberg de defunciones ligadas al mundo de la cultura, la más visible, que construyó una lista interminable que maduró desde lo local a lo mundial. En las órbitas más cercanas a Canarias serán inolvidables las marchas de Isaac de Vega (1920), el maestro chasnero que impulsó el grupo fetasiano en el ecuador del siglo XX y Premio Canarias 1988, y Arturo Maccanti (1934), también reconocido con el Premio Canarias 2003.

España despidió a un gran referente literario en 2014. La catalana Ana María Matute (1925) se fue para siempre el 25 de julio entregando a las generaciones venideras un legado repleto de novelas que recibieron la aprobación de los lectores y múltiples premios nacionales e internacionales. Premio Cervantes 2010, su voz la convirtió en una de las autoras más brillantes de la postguerra española. Otras pérdidas notables en el mundo de las letras nacionales fueron las de Ana María Moix (1947) o Mercedes Salisachs (1916). Aunque nacido en México, una de las malas noticias que generó la creación literaria en 2014 fue la muerte de José Emilio Pacheco (1939), autor de más de dos docenas de novelas -algunas tan destacadas como "Islas a la deriva" o "La edad de las tinieblas"- que recibió el Premio Cervantes en 2012. La nómina, insisto, es larga y en ella aparecen nombres tan luminosos como Ramiro Pinilla (1923), José María Latorre (1945) o Leopoldo María Panero (1948).

El séptimo arte también registró unas cuantas bajas definitivas y de gran relevancia en 2014. La que más vinculación tenía con las Islas fue la de Dunia Ayaso (1961). La realizadora grancanaria perdió la vida en un hospital tinerfeño días después de que se conociera la noticia de su incorporación al equipo de guionistas de la exitosa serie "La que se avecina" (Tele 5).

La repentina partida del vizcaíno Álex Angulo (1953), como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido en La Rioja, sesgó la trayectoria de uno de los rostros más populares de la escena cinematográfica española: nominado en tres ocasiones a los Goya, su popularidad se disparó por sus papeles en películas como "El día de la bestia" (1995); "Carne trémula" (1997) o "El gran Vázquez" (2010), o series tan mediáticas como "Los ladrones van a la oficina", "Periodistas" o "Los Serranos". Pero el gran cine perdió a tres iconos internacionales en el año que acabamos de dejar atrás. La neoyorquina Lauren Bacall (1924), Oscar honorífico en 2009, estaba considerada por la crítica especializada como una de las actrices femeninas más grandes de la historia del celuloide: sus apariciones junto al impenetrable Humphrey Bogart la convirtieron en uno de los rostros más hermosos y seductores de Hollywood. Igual de mediático que Bacall era el californiano Robin Williams (1951). El actor que popularizó la frase "Gooooooood morning Vietnaaaaaammmm!" apareció muerto en su casa de Cayo Paraíso el pasado 11 de agosto. Ganador de un Oscar por su intervención en "El indomable Will Hunting", su vida estuvo aderezada de excesos asociados al consumo de alcohol y sustancias estupefacientes. Lo que le pasó a Philip Seymour Hoffman (1967) parece una "fotocopia" de la tragedia de Williams. También ganó un Oscar por su caracterización del periodista y escritor Truman Capote y su cuerpo sin vida se localizó en un apartamento de Nueva York. De la misma forma que en el apartado de escritores, en la industria cinematográfica se confirmaron muertes muy significativas en 2014 como fueron los casos del apuesto Maximilian Schell (1930), que recibió su único Oscar por "El juicio de Nuremberg", Shirley Temple (1928), la siempre recordada Dorothy en "El Mago de Oz", o Mickey Rooney (1920), al igual que Temple Premio Juvenil de la Academia y uno de los presos que elaboraron un plan de fuga del campo de concentración de Stalag Luft III, en "La gran evasión" (1963).

Pero de la misma manera que Gabo encabeza esta lista de escritores que murieron en 2014, la de los músicos que se "marcharon" el año pasado tiene que estar liderada por Paco de Lucía (1947). El Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004 sufrió un infarto el 25 de febrero en la localidad mexicana de Playa del Carmen. Su huella, igual de profunda que la de Camarón de la Isla, ya es leyenda del flamenco. El británico Joe Cocker (1944) se "incorporó" a este selecto serial el pasado 22 de diciembre. En el mundo de la moda, por último, murieron Manuel Pertegaz (1918) y Óscar de la Renta (1932).