España es uno de los países europeos que más horas de su enseñanza dedica a aprender inglés. Sin embargo, poco más de una quinta parte de la población sería capaz de mantener algún tipo de conversación en este idioma. Los intentos que se realizan tanto en el comienzo del curso escolar como al empezar el año ayudan a mejorar el conocimiento de vocabulario o gramática, pero se falla en la conversación. Dos hermanos, Raúl y Amparo Mosquera, han retomado una vieja idea para desarrollar la aplicación que, por fin, consiga que cualquier persona pueda aprender a conversar en inglés.

La mayoría de los métodos de autoaprendizaje de inglés se basan en ampliar el vocabulario o utilizando el reconocimiento de voz comprobar que lo que se dice se ajusta a la forma en la que se debería de decir una determinada palabra, pero este método no ayuda a practicar el idioma. "Hemos ido un paso más allá y, no solo hay que decir correctamente una palabra, debe de usarse en un contexto y ahí es donde fallan otras aplicaciones", destacó Amparo Mosquera. La formación que han desarrollado para dispositivos móviles ofrece este contexto utilizando vídeos. Los personajes de estos vídeos cuentan historias y quien está aprendiendo es uno más, tiene que interactuar cuando hay que tomar una decisión y el vídeo se para. En función de la elección, y que se diga correctamente, la historia sigue un curso u otro. "Hay una parte en la que hay que escuchar el diálogo y entender el contexto de la situación. Estas escenas se repiten ocupando diferentes roles de la escena y se comprueba cada vez que la pronunciación se realiza de forma correcta", recalcó Amparo Mosquera.

Un segundo aspecto novedoso de esta aplicación es que cada escena de vídeo presenta unos pictogramas que se corresponden con unas palabras. De esta forma, cuando se repite la escena para practicar la pronunciación, permite asociar esa imagen a las palabras, haciendo que el aprendizaje sea más parecido al del idioma natural. "Se han utilizado pictogramas en lugar de escribir las palabras porque los españoles solemos tener un problema. Vemos como se escribe una palabra para saber cómo se pronuncia y en inglés no es necesariamente así. Al utilizar imágenes es necesario interiorizar el diálogo y los conceptos que representan. Estos pictogramas son los que se traducirán en palabras en el momento en el que el vídeo requiera que el alumno diga una frase", matizó Raúl Mosquera.

Tras un año en el que han presentado la idea en foros de emprendimiento, han comprobado que no existen aplicaciones con características similares y han podido probar la viabilidad técnica, han desarrollado la primera app que está probando un grupo reducido de personas para realizar los últimos ajustes como recompensas o la potencia mínima que necesita el "smartphone". Cuando finalicen las pruebas, esta pareja de hermanos tinerfeños publicará la primera app que ayudará, por fin, a hablar inglés.

En el momento adecuado

Raúl Mosquera trabajó en el año 2000 en un proyecto de cursos que se distribuían en CD-ROM basado en la misma idea. Sin embargo, en plena efervescencia de la burbuja de internet, la moda era la enseñanza "online". "No era posible utilizar vídeos con este método. Nos pilló a traspié. Hoy en día, la tecnología está al alcance de la mano y con pocos recursos puedes vender en cualquier parte del mundo. Aún con más competencia, el mercado potencial de esta app es tremendo", destacó.