Los editores de National Geographic (NG) se han vuelto a fijar una vez más en una de las espectaculares imágenes captadas por el fotógrafo tinerfeño Francis Pérez, un banco de chicharros que se abre como una flor para acoger en su seno a un buzo. Esta fotografía, que ya dio la vuelta al mundo tras conseguir el primer premio en un concurso internacional, cubre la portada del último libro de la prestigiosa editorial norteamericana, la obra titulada "Blue hope" (Esperanza azul), trabajo firmado por Sylvia Earle.

Esta exploradora, residente de NG e investigadora con más de sesenta años de carrera profesional, además de jefa científica de la National Oceanic Atmospheric Administration, con más de un centenar de exploraciones y siete mil horas bajo el agua, eligió la referida imagen del profesional tinerfeño como fachada de esta publicación en la que relata los aspectos más destacados de su carrera, dedicada a salvar el océano y toda la vida que sustenta, incluida la humana.

Francis Pérez se mostró muy satisfecho por que una de sus instantáneas submarinas de los fondos del archipiélago canario haya sido elegida para esta obra, una forma de difundir por el mundo las excelencias del Atlántico que rodea a Canarias. "No conozco a la autora, pero ya me conocen en NG porque estoy en los circuitos internacionales de fotografía submarina y he ganado varios concursos en Estados Unidos".

Pérez, que compagina su profesión de economista con la fotografía submarina, se dedica a este arte-deporte desde el año 2000 y desde entonces, armado con su Nikon, ha realizado miles de instantáneas, algunas de las cuales han dado la vuelta al mundo por su inigualable belleza.

"La fotografía submarina es muy amplia, lo mismo que la terrestre, lo que pasa es que estás metido en el agua, y tiene esa característica que a veces está limpia y otras sucia. También cuentas con el sol, a veces disparas con el flash... Es la misma historia que en la tierra, aunque creo que se utilizan menos recursos técnicos. Date cuenta de que para meterte en el agua tienes una botella a la espalda, o en apnea, y no puedes hacer exposiciones muy largas. No es como ponerte las botas, un pantalón corto e irte al Teide".

Este amante del océano ha buceado por distintos mares del mundo, pero para él no hay nada como Canarias. "Es de mis favoritos. La trasparencia y los delfines como en el Atlántico no hay. Es un océano azul. De hecho, el libro se titula Esperanza azul. Mi zona preferida es el acantilado de Los Gigantes. Esa franja de mar que está entre La Gomera y Tenerife me parece lo mejor del mundo".

"Hay muchas zonas -añadió-. El Mar de Las Calmas en El Hierro, el archipiélago Chinijo en Lanzarote. La verdad es que me siento afortunado de vivir en este sitio. Yo lo digo, ser fotógrafo submarino en Canarias es fácil. Tenemos una población de cetáceos que se tiran de los pelos en otros países del mundo por venir aquí".

Pérez recuerda que la foto elegida en esta ocasión por NG la hizo en el Sur de Tenerife en 2013. "Fue una tarde oscura. Hacia las 6 de la tarde salía una bola de chicharros del fondo en unas condiciones difíciles para fotografiar, pero lo conseguí con un gran angular. Hice una secuencia completa de toda la bajada. Cuando ves una bola así te tiras al agua para fotografiarla, cuando ves que se empieza a deformar y dar la sensación de entrar en la bola, aprovechas para fotografiarla".

Este retratista del Atlántico no para su actividad creativa y deportiva. "Ahora estoy metido en un documental sobre las islas de la Macaronesia con un amigo de Las Palmas, Rafa Herrero, que se titula Secretos de la Macaronesia, y en otro sobre La Palma. Son más vídeos, pero también estoy haciendo fotos y buscando la forma de llevarlo a buen puerto. Buscando financiación, lo mismo de siempre".

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Pérez

fotógrafo submarino y economista