El periodista especializado Xavier Agulló (Blog 7Canibales) se mostraba entusiasmado tras la clausura del I Foro Canario de Gastronomía y Vino. Resaltaba el crítico gastronómico catalán en los corrillos la excelente puesta en escena de una apuesta basada en contenidos que iban a un objetivo claro desde la organización: un espaldarazo para colocar el producto, la cocina y los vinos de Canarias al nivel de otros grandes destinos gastronómicos.

La noche anterior, en una cena de bienvenida en el MB de Martín Berasategui con ponentes y periodistas, y en la que se encontraba el consejero insular de Agricultura, José Joaquín Bethencourt, el chef vasco demostró junto a su jefe de cocina, Erlantz Gorostiza, la seriedad y versatilidad que puede imprimir la materia prima de Tenerife para redondear propuestas de alta cocina del restaurante con dos estrellas Michelín. Estructura del congreso muy pensada y "diseñada" para comprimir sin atosigar las ponencias y showcooking (tres) de los chefs invitados, con la siempre espectacular estética de los duetos de cocineros canarios y peninsulares a la limón en su confianza de despertar expectativas con la fusión de estilos y formas de entender la gastronomía de las respectivas procedencias.

Si el periodista José Carlos Marrero, que tomó la palabra tras la inauguración por parte de Miguel Agustín Torres, animó a la concurrencia con una ponencia con soporte visual en la que pudieron apreciarse preciosas reliquias del celuloide de los "platanerales", el catalán Jordi Esteve (Nectari) y los tinerfeños Juan Carlos y Jonathan Padrón (El Rincón de Juan Carlos, Los Gigantes) hicieron irradiar aromas buenos en el auditorio con su mano a mano en la cocina del escenario.

Bonito listado, calzots y romescu; camarones soldado y toques orientales con jengibre y lichi se entremezclaron con los mensajes de que el Archipiélago "tiene un futuro espléndido" (Juan Carlos Padrón) y "que nuestro producto no sólo tenemos el deber de conocerlo sino de valorarlo y confiar en él".

Formidable, cabe el adjetivo, de la intervención de Ferrán Centelles, exsumiller de El Bulli, que con un vídeo muy esclarecedor tocó varios puntos fundamentales para entender cómo los profesionales de este campo intentan expresar la intangibilidad del vino. "Yo solo sé que el vino me gusta o no me gusta; es una de las frases que bloquean nuestro mundo y hay que erradicarla a partir del Foro Canario", aseveró.

"A los que tienen la responsabilidad de las bodegas en los restaurantes -agregó-, sugiero honestidad y empatía; a los restauradores que quieran saber de los resultados de este tipo de profesionales en sus negocios les reto a que hagan la prueba y vean los resultados de cuentas a final de año".

Tras la magnífica degustación de vinos Torres en El Mirador y el excelente almuerzo a cargo de Berasategui y Gorostiza, y con la presencia del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, prosiguió las sesiones con cuatro primeros espadas que dejaron constancia de sendas formas de oficiar en cocina: la precisión de Braulio Simancas (Las Aguas, Bahía del Duque) y Romain Fornell (Caelis, Hotel Palace), y la sabiduría en el trato al género de Carlos Gaig (Gaig, Barcelona) y José Rojano (La Terraza, Hotel Santa Catalina, Las Palmas de Gran Canaria).

Mientras los primeros entusiasmaron con su coordinación en la puesta en escena de finísimas elaboraciones con frutos del mar, Gaig y Rojano contribuyeron a dejar el mejor de los regustos a un fin de congreso con un mar-montaña y un gazpacho con tunos.

Francisco Belín fue el encargado de plasmar las conclusiones del encuentro y Miguel Agustín Torres clausuró el mismo, avanzando que habrá segundo y tercero en Gran Canaria y Tenerife, respectivamente.