Hay un hombre que ha decidido medir todos los detalles de su vida. Las 24 horas del día de los 365 días del año. Ha llegado a tener hasta 700 dispositivos conectados al mismo tiempo. Se llama Chris Dancy. Utiliza wereables, ropa inteligente con sensores, como pulseras y Google Glass. También en su casa se realizan mediciones con electrodomésticos conectados. Puede parecer una exageración en la actualidad pero al mismo tiempo representa una demostración de cómo la tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas y cómo puede llegar a conocer mejor que nosotros mismos nuestra actividad.

Contar el número de calorías que se gasta al día, las pulsaciones del corazón, los desplazamientos que se realizan son las mediciones más habituales en aquellos que han decidido incorporar a sus vidas dispositivos que registran en cada momento la actividad que se realiza como la pulsera fitbit. En la mayoría de las ocasiones no pasa de ser una moda tecnológica que deja de usarse tras unos meses. Para otras permite realizar un seguimiento a la vida cotidiana y detectar si es necesario realizar mayor actividad física, los motivos por los que no se descansa lo suficiente o si se está subiendo de peso.

Esta medición continua de la vida de millones de personas se consigue gracias a las apps del smartphone, un dispositivo lleno de sensores que está permanentemente conectado a la red. El GPS indica dónde se encuentra y con la actividad diaria puede reconocer automáticamente los hábitos de vida como los horarios habituales de descanso, de trabajo, cuánto se tarda en los desplazamientos, o los momentos de ocio. Al mismo tiempo, un calendario en el que se lleva una agenda de actos y el correo electrónico con citas permite al móvil avisar a su dueño de que va a llegar tarde a un encuentro, o indicar un cambio imprevisto de tiempo para que tenga en cuenta que puede requerir otro tipo de ropa. A fin de cuentas aunque estas herramientas facilitan la medición y ofrecen consejos, es la persona la que tiene la voluntad de mejorar sus hábitos.

En las primeras ocasiones que se reciben estos mensajes desde el smartphone la sensación suele ser la misma: sorpresa ante el conocimiento que tiene la máquina de nuestras vidas. Su utilidad hace fácil acostumbrarse a tener en el móvil un mayordomo que nunca descansa. Eso sí, es tan útil la utilización de cuantificadores de nuestras vidas como fácil es olvidarse que todos esos datos están disponibles, de alguna forma, en internet.

Vea en su móvil la página web de Chris Dancy, el "hombre más conectado del mundo", con más de 700 sensores que registran su vida.

las claves

Datos en la nube. En forma de redes sociales que promueven el ejercicio hay decenas de servicios que registran cientos de millones de datos cada mes al utilizarse. Facebook omnipresente en la vida de millones de personas también está interesada en conocer qué tipo de actividad se realiza y ha adquirido Moves. Neil Harbisson es el primer ciborg reconocido públicamente ya que se ha implantado un tercer ojo, "eyeborg". Le ha incorporado recientemente conexiones WiFi y Bluetooth. La industria médica está buscando soluciones como sensores que se ingestan para realizar un mejor seguimiento de los pacientes. Demasiados datos. Uno de los problemas habituales con la cuantificación de la actividad es que se registran datos que no son útiles o no son prácticos para mejorar la salud.